El presidente de Portos de Galicia, Jacinto Parga, sostiene que los puertos no son polígonos industriales al lado del mar, y sostiene que antes de ampliar instalaciones y ocupar espacios vírgenes de la costa habrá que trasladar a cinco o diez kilómetros de la costa algunas actividades.

- La Xunta apuesta por el turismo náutico y los puertos deportivos, pero manteniendo las actuales instalaciones portuarias. Parecen dos objetivos difíciles de compatibilizar...

- En Galicia tenemos 128 instalaciones portuarias, quitando las del Estado. Hay suficiente costa ya equipada como para construir en un sitio virgen. Partiendo de eso, hemos hecho un análisis para ver dónde se podían incrementar las plazas de amarres para náutica recreativa y la conclusión es que en 71 de estas 128 es posible. En estos momentos, las instalaciones de turismo náutico en Galicia son insuficientes, a día de hoy están al 100% de su capacidad. Hay listas de espera, cuando existen instalaciones portuarias en las que ha decaído el uso pesquero y que están infrautilizadas, y el turismo náutico puede contribuir a revitalizarlas. El turismo náutico es una gran oportunidad para los ayuntamientos, una fuente de ingresos y no sólo en verano. Porque Galicia, para lo que es el mercado europeo y el nórdico, tiene condiciones privilegiadas incluso en invierno.

- Habla de listas de espera en varios puertos gallegos. ¿Realmente hay tanta demanda?

- La demanda ha estado creciendo en torno al 12% y 17%. En el Plan Director moderamos ese crecimiento porque entendemos que hay que hacer una predicción un poco más comedida y proyectamos en torno a un 5% y un 6% anual. La náutica recreativa y la pesca deportiva poco a poco están haciéndose cada vez más populares. Y no podemos olvidar que hay varias decenas de miles de embarcaciones que pasan por nuestras costas rumbo a Canarias o al Caribe que encontrarían aquí un lugar perfecto para recalar con una mayor y una mejor oferta.

- El objetivo del Plan Director es llegar a los 32.000 amarres, casi el triple de los que hay ahora. ¿No es excesivo para una costa tan pequeña?

- La cifra en la que nos moveríamos en 2020 sería entre 27.000 y 32.000 amarres, pero probablemente serán algunos menos. En todo caso, el plan tiene sus mecanismos de revisión.Hemos hecho una propuesta de máximos y si hay una reacción negativa por parte de las corporaciones a nuestros proyectos, se descartarán definitivamente, o se dejarán hasta que se den las condiciones adecuadas. Estamos hablando de oportunidades de desarrollo que tienen que encajar con el planteamiento global de su enclave.

- Los ecologistas consideran la proyección de amarres excesiva y contraria a la protección costera...

- Lo que no se puede hacer es seguir como hasta ahora, sin tener una planificación de futuro. En cuanto a si los amarres son muchos o pocos, la cifra sale de las instalaciones existentes, de la oportunidad que hay de ubicar nuevas instalaciones náutico deportivas y de la demanda. Si no lo hacemos de esta manera en aquellos lugares donde la naturaleza brinda unas grandes condiciones de abrigo, proliferarán amarres de manera irregular. Estamos bastante en sintonía con los planteamientos marco de los ecologistas, pero hay que cambiar la cultura folclórica de la reivindicación sin argumentos porque desatender una instalación portuaria significa un daño más grave al medio ambiente que no actualizarla.

- ¿Qué va a pasar con esos puertos pequeños? La Xunta quiere aprovechar su potencial náutico, pero no será una opción viable en todos los casos...

- Hay actuaciones que está realizando Pesca muy sensatas, desde la creación de reservas marinas como en Lira hasta actuaciones encaminadas a mejorar la comercialización de la pesca. La náutica recreativa será una oportunidad en algunos lugares, pero la prioridad son las actividades tradicionales. La pesca no tiene por qué interferir en la náutica y hay ejemplos en Galicia de esa convivencia.

- ¿Y qué planes tienen para esas decenas de edificaciones portuarias abandonadas?

- En el ámbito de la náutica deportiva hay una oportunidad evidente de remodelación de la fachada marítima. Se necesitan otros servicios, rehabilitar naves que estaban en desuso...

- Las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) abren la puerta a la reubicación fuera de los puertos de ciertas actividades productivas. ¿Cuáles serán los criterios a aplicar?

- Los puertos son unas infraestructuras caras desde todos los puntos de vista en los que deben estar ubicados en la medida de lo posible sólo aquellas actividades que no puedan estarlo en ningún otro lugar. Un puerto no es un polígono industrial al lado del mar. Es un eslabón de la cadena de transporte. Y a pie de puerto tienen que estar aquellas actividades en las que sea determinante que la distancia con el punto de embarque o desembarque sea mínima. Las explanadas portuarias deben utilizarse para actuaciones directamente relacionadas con el puerto y no se deben justificar nuevas ocupaciones de espacios litorales o rellenos, si están disponible esos espacios o están siendo ocupados por actividades que podrían trasladarse a 5 o 10 kilómetros de la costa.