L a flota de bajura permaneció ayer amarrada a consecuencia del temporal. "Hoy no hay ningún valiente", admitieron con sentido del humor en la lonja de Baiona, donde apuntaron a un mar "excesivamente picado" y vientos de 12 nudos (22 kilómetros por hora) para sustentar lo correcto de una decisión que adoptaron el resto de los compañeros de la flota de bajura pontevedresa.

Así, en la cofradía de O Grove argumentaron que el mar estaba muy "batido" y con "mucho oleaje" para que las embarcaciones saliesen a faenar, tal com corroboró la flota de Bueu.

El viento no sólo supuso el amarre de las embarcaciones, sino algunos incidentes en los puertos, con lanchas inundadas y y embarcaciones hundidas en Cambados, O Grove y Sanxenxo. Precisamente en este municipio un barco de bandera inglesa se cayó del varadero al agua, y el muelle registró varias rupturas de amarres, lo que provocó que los barcos se llenasen de agua.

En el puerto de Vilagarcía aun padre y sus dos hijos pequeños tuvieron que ser rescatados del barco en el que residen habitualmente en el puerto deportivo, ya que de madrugada la embarcación se iba contra el muelle y ellos eran incapaces de bajar a tierra por la fuerza del viento. Los bomberos se ocuparon de ayudarles y se alojaron en una caravana que tienen en las inmediaciones.

En el litoral del norte de Galicia la situación era similar. Así la flota de bajura de A Coruña y Lugo permanecía en puerto. En Cariño habían salido unas cinco embarcaciones, pero tuvieron que regresar. En Lugo, aunque las flotas de bajura retornaron a puerto a primeras horas de la mañana por la intensidad del viento, los arrastreros siguieron faenando. En principio el amarre de la flota continuará también hoy.