El último viaje a Brasil del presidente de la Xunta ha vuelto a poner en entredicho la supuesta finalidad institucional de este tipo de visitas a países que albergan colonias de emigrantes gallegos. El PP desconfía de las intenciones de Touriño en Iberoamérica a dos meses de las municipales, pero desde que empezó la legislatura Núñez Feijóo y Quintana se han prodigado en sus contactos con la diáspora. Un afán viajero que unos y otros cuestionan, pero en el que todos participan.

Entre los tres líderes han visitado más de una veintena de países. El más madrugador fue Anxo Quintana. Apenas cuatro meses después de tomar posesión como vicepresidente de la Xunta viajó a Venezuela para estrechar no sólo lazos sociales, sino también económicos.

La visita, una respuesta casi inmediata al ofrecimiento realizado dos meses antes en Santiago por el propio Chávez, dejó la primera foto institucional de Quintana con un mandatario suramericano y varios compromisos de colaboración en materia de agricultura, pesca, turismo y energía. El viaje sirvió, además, para cerrar un convenio con los astilleros vigueses Rodman para la construcción de varios buques para Venezuela.

Su siguiente periplo le llevó en abril de 2006 a Suiza, el país europeo con más emigrantes gallegos. Fue una visita relámpago, cuarenta y ocho horas durante las que mantuvo un encuentro con sus paisanos en el Centro Gallego de Berna e impartió una conferencia sobre globalización e identidades nacionales.

Su último viaje fue una minigira por Argentina y Uruguay. A la vuelta, tuvo que dar explicaciones por exigir la retirada de una bandera española en un acto público.

El que más veces se ha acostumbrado a hacer la maleta en estos veinte meses ha sido Touriño. Se estrenó como presidente en el exterior ocho meses después de acceder al cargo y lo hizo visitando Argentina y Uruguay. Allí se esforzó por tratar de transmitir la "nueva política exterior" del bipartito y anunció la creación de una delegación de la Xunta en Buenos Aires. El viaje estuvo rodeado de polémica porque dejó en tierra a los conselleiros nacionalistas, gesto que causó malestar entre sus socios.

Sus siguientes visitas fueron a Portugal, con el AVE a Oporto como tema estrella; Suiza, Alemania y París, para recibir el legado fotográfico de Julio Cortázar de manos de su viuda. Brasil ha sido su última parada.

Viajes de Feijóo

El que parece haber aprovechado más sus viajes, a juzgar por su agenda, ha sido el presidente del PP, que a pesar de acceder al cargo en enero de 2006, ha tenido tiempo de recorrer seis países. Núñez Feijóo eligió un curioso destino para estrenarse: Estados Unidos.

Al otro lado del Atlántico, llevó su proyecto rejuvenecedor del PP. Recaló en Newark, ciudad en la que participó en el primer congreso del PP en EE UU. En esta asamblea, Neir Taboada, de origen gallego, fue elegida presidenta. En su primer viaje como líder de la oposición ,también visitó Montevideo y Buenos Aires.

Posteriormente, estuvo en octubre cuatro días en Venezuela y México, en Argentina y Uruguay apenas un mes después y en Suiza el mes pasado.