Las Fuerzas Armadas españolas contaban con cinco helicópteros para desarrollar su misión en Afganistán, con su base en el acuartelamiento "General Urrutia", en Herat. De estos cinco aparatos, tres de ellos, del tipo "Cougar", pertenecen a las FAMET del Ejército de Tierra y otros dos a la Unidad de Evacuación Médica del Ejército del Aire.

La misión de estas aeronaves era la de traslado de militares, asistencia a las tropas allí desplegadas y ayuda a las autoridades locales. Además servían como apoyo al hospital que el Ejército del Aire tiene instalado en la base de Herat. De hecho, el pasado 5 de julio, los dos helicópteros del Ejército del Aire lograron la evacuación de dos soldados afganos accidentados en una zona montañosa. Uno de los aparatos evacuó a los heridos, mientras otro hizo de escolta.

Este tipo de aparatos suelen realizar numerosos "vuelos tácticos" al cabo de la jornada. Este tipo de trayectos se llevan a cabo entre las montañas de la provincia de Bagsir y en especial, como "puente" entre las bases españolas de Herat y Qala-i-Now.

Los tripulantes y pasajeros de estos helicópteros, adscritos a la ISAF están obligados a portar casco y chaleco antibalas durante todo el trayecto. Junto a los dos pilotos vuela en cabina un mecánico. Además, estas aeronaves van equipadas con ametralladoras, que obligatoriamente, los artilleros llevan cargadas y hacia el exterior por ambas puertas del helicóptero. Así, la tripulación habitual es de cinco o seis militares.

Este tipo de aparatos, sirven como transporte y están habilitados para llevar en su interior hasta 10 ó 12 personas más. En el caso de los aparatos del Ejército del Aire, su adaptación sirve además para transportes medicalizados.

Los vuelos tácticos, es decir, a pocos pies del suelo y a importante velocidad media, son habituales y se hacen precisamente en aras de la seguridad, ya que así son más difíciles de detectar desde tierra.

Sus defensas artilladas, permiten en caso necesario contrarrestar un ataque desde el suelo.