El presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, reivindicó ayer el protagonismo de su granero de votos. Nada más subir a la tribuna le espetó a Rajoy que Ourense es fiel al PP, que representa el futuro del partido y que además arrastrará al resto de Galicia para ganar el domingo.

Pero se comprometió de órdago, pese a provocar el verano pasado una grave crisis en el PP. "Si Manuel Fraga no es presidente con mayoría absoluta, mi vida política será un absoluto fracaso", dijo primero, para añadir que luchará a brazo partido para reponer a Rajoy en La Moncloa: "No descansaré y en mí puedes confiar para reparar esa falcatruada", en alusión a la pérdida de las elecciones generales tras los atentados de Madrid.

Mandó Baltar "a tomar por saco" a todos los que no querían a Fraga como candidato, pero tuvo arrestos de pedirle que rebaje las listas de espera a "setenta, sesenta o treinta días", porque "a algunos cuando les llega el aviso, ya la han espichado".

Fraga sólo tuvo un alusión a la crisis protagoniza por Baltar, al asegurar que el PP es como una familia "en la que a veces se discute".