Pasada la medianoche llegaba el susto a Vigo con una tormenta que se le atragantó a las alcantarillas. Los peatones atravesaban corrientes de agua y hubo quien al conducir no era consciente del charco en el que se metía. Solo diez minutos de lluvia fueron suficientes para dejar calles anegadas, árboles arrancados y cortes de luz. Las rachas de viento se hicieron notar y eso que la tempestad solo fue la telonera de Ciarán, la borrasca que en las próximas horas amenaza con golpear la península y Baleares. En A Coruña ya levantan dunas en la playa de Riazor para intentar frenar la fuerza de las olas y acordonan algunos parques a la espera de que llegue el temporal.