El momento más comprometido, la última jornada del grupo E, desató a la selección española en la Eurocopa 2020, tan dominadora y presionante como siempre, mucho más goleadora que las dos primeras jornadas y reivindicada e imponente de nuevo después de tres meses de dudas desde el pasado marzo.

Mucho más, un año, siete meses y cinco días, habían pasado desde la sonora e impresionante goleada de España a Alemania, aquel 6-0 que recorrió el mundo y que propuso al equipo de Luis Enrique Martínez como una referencia indiscutible para el torneo continental, por la contundencia con la que demostró que puede superar cada reto, incluso los más grandes, aunque luego decayó.

Porque aquel concluyente triunfo no lo fue después. Entre los vaivenes, España igualó con Grecia (1-1), ganó de forma agónica en Georgia (1-2), superó por 3-1 a Kosovo y empató contra Portugal (0-0) a las puertas del inicio de la competición europea que disparó las incógnitas: 0-0 contra Suecia, 1-1 contra Polonia... Y 0-5 contra Eslovaquia. "Voy paso a paso, dije las expectativas que tenemos como selección y no han cambiado en ningún momento de la clasificación. Es evidente que se ha descorchado la botella de cava por la alegría que se han llevado los jugadores, sus familiares y los aficionados. Sacaremos otra botella de cava y a ver si la podemos descorchar de nuevo", expresó el seleccionador español.

Un día antes del triunfo, ya había empleado tal metáfora el técnico: "Tengo la sensación de que es como la botella de cava que está a punto de descorchar. No la hemos descorchado en los dos primeros partidos. En cuanto la descorchemos, hagamos un partido completo y consigamos una victoria holgada para generar confianza va a salir de nuevo nuestra mejor versión". Ya tiene todo eso España, aunque haya matices en el triunfo, entre otros la fragilidad que demostró un rival menor como fue Eslovaquia, hundida desde el mismo momento que su portero abrió el marcador con el 0-1 en propia puerta. Pero tan ciertas son esas circunstancias como la fuerza con la que España devoró a su adversario y la pegada que sí demostró en varias fases del choque.

El gol fue diferenciador: España tiró las mismas veces que contra Suecia, diecisiete, pero acertó en cinco. No lo hizo en ninguna en el primer encuentro. Y nada más en una, cuando intentó once remates, en el segundo ante Polonia. En los dos también ofreció una sensación de vulnerabilidad defensiva de la que no hubo rastro con Eslovaquia, a la que no la permitió más que tres remates, ninguno a la portería. "Después del tercer gol fue una clase magistral de la selección española", admitió Stefan Tarkovic, el seleccionador de Eslovaquia, rendido ante una realidad indudable: cuando España tiene gol -y eso que falló Álvaro Morata un penalti en el minuto 10 con 0-0 en el marcador-, es un equipo temible, porque genera mucho sobre el área.

De un gol en 28 remates a uno cada 3,4 tiros a puerta

En esta Eurocopa nadie ha propuesto más ataques que ella, con 209 en tres encuentros (una media casi de 70 por choque). La siguiente es Alemania, con 177. Es una distancia de 32 acciones ofensivas en tan corto espacio de tiempo como son tres duelos, teniendo en cuenta además que el combinado germano también asume la posesión constante.

Nadie tampoco ha intentado (2.400) ni completado (2.125) tantos pases como España en la primera fase. Ni tampoco ha manejado tanto el balón como ella, con un 68,7 por ciento de media. La más cercana es de nuevo Alemania, que ha tratado de conectar en 2.086 ocasiones entre sus jugadores, de los que acertó en 1.872. Tuvo la pelota de media un 61,3 por ciento de sus tres choques disputados en el grupo.

Entre todos esos números, a España le faltaba lo más preciado: el gol. "Lo único que te puede garantizar goles es generar infinidad de ocasiones. Para ello hay que hacer muchas cosas bien. Lo que sucede en los metros decisivos es lo más difícil del fútbol, es lo que más se paga, es lo que más cuesta", reflexionó en la víspera del 0-5 Luis Enrique.

España es la quinta selección con más intentos de remate en la primera fase: 45. Solo la superan Dinamarca (61), Italia (60), Suiza (47) y Países Bajos (46). Eso es después de su eclosión ofensiva del miércoles. Antes había marcado un gol en 28 remates -diez a portería-. Contra Eslovaquia hizo cinco en 17 -nueve entre los tres palos-. Ha pasado de 1 gol cada 28 tiros, a 1 cada 3,4 disparos.

La séptima mejor selección

Dudosa con los dos primeros empates, España respondió cuando más apurada se sentía para acceder a los octavos de final. Además, como la séptima mejor selección de toda la primera fase, por sus cinco puntos y por su diferencia de cinco goles. No ha alcanzado el nivel ni de Italia ni de Países Bajos ni de Bélgica, con nueve puntos cada uno. Tampoco de Suecia (7), Inglaterra (7) y Austria (6), pero sí ha superado a favoritas como ella como Francia (5), Portugal (4) y Alemania (4), que cierran el 'top ten' de la ronda recién acabada.

Con seis tantos, sólo cuatro selecciones han marcado finalmente más goles que ella: Países Bajos, con ocho, e Italia, Bélgica y Portugal, con siete cada una. Y nada más dos, Italia e Inglaterra, han recibido menos goles que ella. Ambas están imbatidas, por la única diana en contra que ha encajado España, lo mismo que Bélgica.

Su diferencia de goles, a la vez, es la cuarta mejor de la primera fase, en la que su portero, Unai Simón, sólo ha hecho una parada -a Robert Lewandowski- y ha encajado un gol -del citado delantero polaco-; una prueba irrebatible de lo poco que le han llegado a España, aunque también ha recibido dos postes en su marco.

Son los números de España tras el reencuentro consigo misma contra Eslovaquia, mientras divisa ya inminente, el próximo lunes en el estadio Parken de Copenhague, el desafío de los octavos de final frente a Croacia y mientras se reconforta y reafirma su optimismo.

"Está claro que ahora es una Eurocopa totalmente diferente. Es muy bueno para la confianza de todo el grupo un partido así después de los dos empates que hemos tenido, que a lo mejor hemos merecido más, pero son dos empates, es la realidad. El equipo ha hecho tres grandes partidos en el grupo, aunque es verdad que nos hubiese gustado ganarlos. Era importante para pasar y la confianza de todo el grupo para saber que estamos en el camino adecuado", dijo Pablo Sarabia, goleador y asistente de la reivindicación ante Eslovaquia.