SALUD MENTAL

“¿Todas mis amigas tienen TLP?”

“Un trastorno como el Límite de Personalidad no debe usarse a la ligera, ni para profecías autocumplidas que se guían por rasgos físicos ni para quitarse el diagnóstico a partir de un hilo de twitter”

La estética con la que habitualmente se relaciona el TLP incluye tatuajes, piercings...

La estética con la que habitualmente se relaciona el TLP incluye tatuajes, piercings... / Shutterstock

Si el TLP fuera una persona, para algunos sería una chica joven, tatuada y rebelde, que se sale de las normas sociales. Y así se ve a la mayor parte de pacientes diagnosticados con Trastorno Límite de la Personalidad.

Este trastorno se caracteriza “por un patrón de impulsividad, inestabilidad con otras personas, la afectividad y la propia imagen” explica la psicóloga Cristina Barreiro, que aclara que no todas las personas que sufren un trastorno límite de la personalidad presentan las mismas características: “Aunque existe cierta tendencia, dos personas con TLP pueden presentar sintomas diferentes”.

A pesar de eso, la mayor parte de sus diagnosticadas son mujeres, muchas de las cuales han recibido esta evaluación durante los últimos años de adolescencia, y casi todas responden a un estilo muy concreto. Tatuadas, pelo teñido, con piercings… Rebeldes (con o sin causa) con inclinaciones artísticas y poco respeto a las normas o a la educación reglada. En definitiva, el TLP está, al menos en las calles, marcado por los estereotipos equivocados de las adolescentes desobedientes.

Esa tendencia a patologizar a las jóvenes que van a contracorriente es lo que ha despertado el debate en redes sociales, donde muchas usuarias salen de la consulta planteándose si el TLP es un diagnóstico vacío que no mira más allá.

Así lo exponía en X la twittera y divulgadora @solcmescribe, que acumulaba 552,8 mil visitas con su incendiario post:

¿Estamos patologizando a las adolescentes?

“Desde mi punto de vista, diagnosticar TLP por síntomas visibles como la impulsividad, el desobedecimiento a las normas (rebeldía) o la inestabilidad afectiva es un error” explica la experta. “El hecho de que se estén detectando más casos en parte se debe a que hay más información al respecto. Sin embargo, esos síntomas visibles no siempre corresponden con el diagnóstico.”

“En muchas ocasiones el TLP viene acompañado de otros trastornos, que pueden retroalimentarse entre ellos” continúa Rosalía Campos Álvarez, también psicóloga en Vigo.

“En mi caso, a menudo llegan a la consulta con un Trastorno Alimenticio –(por eso muchas son chicas jóvenes) y cuando ahondas en sus casos te encuentras, por ejemplo, con el TLP. Ahora, estoy en contra de coger un trastorno complejo como es el Límite, que afecta en tantas dimensiones a los pacientes, y utilizarlo para etiquetar a jóvenes que se encuentran en una fase donde todavía se están intentando encontrar”.

Rosalía Campos, psicóloga en Vigo

Rosalía Campos, psicóloga en Vigo / Cedida

La profesional continúa destacando que es un trastorno habitualmente diagnosticado en la primera etapa adulta, a partir de los 15 o 16 años, aunque será más ajustado si esperamos, al menos, a una madurez temprana.

Esa tendencia a patologizar a las jóvenes que van a contracorriente es lo que ha despertado el debate en redes sociales

De este modo, muchos síntomas aparecen en un periodo de maduración muy sensible, “que pueden evidenciar que la persona sufre estrés agudo por eventos que está vivieno o pasados que no ha podido integrar, y no por ello sufre un TLP” apunta Barreiro. “Por eso se está reformulando su terminología para denominarlo Trastorno del Espectro Traumático”.

Causas y diagnóstico

“Los pacientes con TLP son personas que se sienten muy heridas emocionalmente, con traumas vinculados a su infancia (por algún episodio de maltrato, abuso, o que les haya marcado negativamente)” explica Rosalía Campos “Ahí es donde nace esa marca que les incita a buscar validación, que les hace vivir con mucha intensidad, como un termómetro emocional a nivel máximo, ya sea en la tristeza, la ira o la alegría, y que proyectan en su entorno a través de conductas impulsivas. En terapia, lo que trabajamos es la manera de medir, de encontrar recursos emocionales”.

Precisamente, ese tipo de comportamientos, sumados a la influencia de aspectos externos y a la prevalencia de otros trastornos al mismo tiempo es lo que nos puede hacer, en ocasiones, confundirlo fácilmente con otras enfermedades mentales. “Por ejemplo, con los traumas o con un sobrediagnóstico del Trastorno Bipolar tipo 2” apunta Cristina Barreiro “La principal diferencia entre ambos es en la duración de los síntomas, ya que en el TLP la duración es más aguda, mientras que en el trastorno bipolar los síntomas son crónicos”.

“Para acotar y dar diagnósticos más correctos se está reformulando su terminología para denominarlo Trastorno del Espectro Traumático”

Pero al margen de nuevas terminologías o de sus coincidencias con otros trastornos, el TLP existe, o al menos, cubre un diagnóstico necesario: “Hay pacientes con TLP y no se les puede negar, no es un trastorno que pueda usarse a la ligera solo por cumplir ciertos rasgos, ya que seguramente haya una baja presencia de otros igual de importantes y definitorios” explica Rosalía “Y la mayoría de ellos se descubren en terapia, trabajando con la persona. A veces no se eliminan, pero se pueden minimizar y enseñar a vivir con ellos, a conocerlos y saber actuar al respecto”. 

A menudo se las estereotipa como "adolescentes rebeldes"

A menudo se las estereotipa como "adolescentes rebeldes" / Shutterstock

Y es que el abordaje de un TLP es fundamentalmente psicoterapéutico, aunque se apoye, en menor medida, con la parte psiquiátrica. 

“Diagnosticar observando de forma exclusiva los síntomas visibles, puede dar lugar a un abordaje erróneo. En muchas ocasiones, el paciente necesita ser escuchado, y esos síntomas pueden ser la manifestación de otras dificultades. Por eso es muy importante tener en cuenta la anamnesis del paciente” explica Barreiro.

La anamnesis clínica es la exploración que se realiza con el objetivo de identificar al paciente, averiguar sus afecciones actuales y su historial, así como las cuestiones ambientales, familiares y personales más relevantes. Al tratarse de un trastorno que afecta al ánimo y a las emociones, todo lo que conforma nuestra personalidad a lo largo del tiempo es importante a la hora de diagnosticar un TLP, sea como evaluación final o como escalón previo a una etiqueta definitiva. 

Cristina Barreiro, psicóloga en Vigo.

Cristina Barreiro, psicóloga en Vigo. / Cedida

“Las causas del TLP pueden ser varias. Pueden comprender diferentes aspectos de tipo traumático, biológico y de apego” continúa la profesional “Y sí, según el DSM, el 75% de las personas con TLP son mujeres. Pero esto puede deberse al tipo de trauma sufrido (ya que existen ciertos eventos que guardan mayor relación en las mujeres) yotambién por el factor de solicitar ayuda, que suele ser más frecuente en el género femenino”.

Es por eso por lo que el “tratamiento” debe ser médico, pero también y con gran peso de un acompañamiento psicoterapéutico.

Redes de cuidados VS Redes Sociales

“Son pacientes con una gran creatividad” continúa Rosalía Campos “Que a menudo gestionan sus emociones a través del arte y el dibujo. Y con ello, la palabra que mejor define su esencia es ‘sensibilidad’. Una sensibilidad bestial. Tengo mucho cariño a mis pacientes con TLP y creo que es importante no juzgarlas desde nuestra realidad, debemos adentrarnos en su mundo y comprenderlas y validarlas desde ahí.”.

Por eso, en sus redes de amistades y su colchón familiar es donde los pacientes pueden y deben apoyarse, y hablar con ellos sin pudor de sus sentimientos es clave para entender y ser entendidos. 

“El problema llega cuando lo convertimos en una profecía autocumplida” explica Campos. “Las redes sociales e internet son muy buenos lugares para la divulgación, pero también están llenos de información sesgada, donde reina el consejo por el consejo”.

Su colega apunta también que “los debates en redes sociales pueden ser una fuente de información para aquellas personas que lo estén pasando mal, sin embargo, la sobreinformación puede ser perjudicial, ya que vivimos una realidad mucho más compleja”.

“Muchas veces llegan a terapia pacientes que han hecho un test en internet y se han autodiagnósticado TLP. Del mismo modo que esto es una temeridad, también lo es quitarse el diagnóstico a uno mismo porque lo hemos leído en redes sociales” termina Rosalía.