Hace unos años el CEIP da Torre-Cela, de Bueu, decidió cambiar la metodología partiendo de la biblioteca, una biblioteca inclusiva, creativa... Apostaban por trabajar por proyectos, sin libros de texto. Y continuaron por ese camino. A partir de ahí, el funcionamiento del centro educativo cambió 100%.

El alumnado trabaja por equipos y en diferentes rincones. “Ellos son protagonistas de su propio aprendizaje, lo construyen. Están muy motivados e implicados”, expresa la directora de este centro, Míriam Area, que recuerda las teorías de Freinet y Froebel: “no son nuevas pero se aplican perfectamente en la actualidad”.

Una parte de la jornada (90 minutos) la dedican a esta puesta en común. Trabajan en grupos, por equipos y se mezclan distintos niveles (durante el tiempo de pandemia, puntualiza la directora, se han respetado las restricciones, con los grupos burbuja marcados en los protocolos para los centros educativos). Pero la esencia del trabajo de este centro es la que pretende explicar Area en este reportaje. ¿Por qué? Pues porque con todo este cambio en el estilo de enseñanza-aprendizaje este centro ha recibido dos premios. Dos. Un galardón por las ‘Buenas prácticas de educación inclusiva’ y un premio Innovagal.

"Por recantos"

El alumnado tiene igualmente sus franjas horarias para lectura, escritura, cálculo, música, inglés, es decir, el trabajo en tutoría. Y en 90 minutos todo se transforma en una especie de laboratorio de ideas, en el que el alumnado trabaja por equipos, investiga, inventa... “Son tareas enfocadas a que contruyan, busquen información, realicen experimentos, hagan vídeos, programas de radio... Ellos/as mismos crean su propio aprendizaje, están muy activos y la motivación es mucho mayor”, comenta la directora.

Ellos mismos crean su propio aprendizaje

Aunque con alguna diferencia entre Infantil y Primaria, el espíritu es el mismo. “En Infantil hablamos de trabajos por recantos. Se dividen por grupos y zonas y trabajan: robótica, arte, matemáticas, construcciones... A lo largo de la semana se van repartiendo para que todo el alumnado pase por todas las tareas, pruebe. Aunque de momento seguimos con los grupos burbuja que marcan las directrices en pandemia”, cuenta Area.

Nena mostra un experimento.

Contextos de aprendizaje

Ya en Primaria les llaman contextos de aprendizaje y la directora explica que son cuatro grupos o bloques de contenido: matemático, lingüístico, científico y humanista. También en este caso la clave es que trabajen juntos 1º y 2º; 3º y 4º o 5º y 6º, según el centro.

A mayores, tienen tutorización entre iguales y algo muy especial: celebran un ‘consello escolar’ infantil cada trimestre, donde cada clase está representada por un niño/a. “A esa reunión también asisten 4 profes y un representante del Anpa. Los temas suelen ser cómo nos gustaría aprender, cómo nos gustaría que fuese el patio … temas que hace que los alumnos participen en las decisiones de centro y son muy tenidas en cuenta”, describe Area.

Además de un primer premio Innovagal a centros educativos (estas distinciones se dividen entre centros educativos y docentes) este centro se llevó un accésit de los premios a la inclusión educativa. “Por el proyecto ‘Los contextos de aprendizaje: el valor de lo cotidiano, un modelo pedagógico enfocado a la mejora de las competencias del alumnado en los cuatro contextos (matemático, científico, lingüístico, humanístico)’, promoviendo el aprendizaje a través de la experiencia, la investigación y el trabajo vivencial, tanto a nivel individual como colectivo y cooperativo”.

Trabajando en el invernadero.