Todos los padres sueñan con tener hijos ordenados pero es muy común no saber cómo educarlos para alcanzar ese fin. A Patricia Ferrández (Ferrol, 1980), organizadora profesional y facilitadora en educación positiva a las familias, actualmente afincada en Madrid, se le ocurrió escribir un libro precisamente para cubrir esa necesidad en las familias: ayudar a los padres a que enseñen a sus hijos a ser ordenados. “Este libro ayuda a que el orden forme parte de la vida de los niños de una manera natural, evitando gritos y castigos, desde una perspectiva respetuosa que contribuirá a alcanzar la armonía familiar”, apunta la autora.

Contenido

En el libro hay herramientas de comunicación para facilitar la colaboración de los niños (ponerse a su altura, lenguaje positivo, humor...); pautas para entender el proceso del orden (organizar por categorías, descartar y etiquetar o no llenar los espacios por completo) y una parte para la interiorización del orden (rutinas, tareas por edades, regalos...).

Viejos esquemas

“El orden es un tema de educación. A nosotros nadie nos ha enseñado a ser ordenados. Quizás cada uno de nosotros tenga sus propias creencias sobre lo que es el orden y creo que nos faltan muchas herramientas para saber cómo transmitirle las cosas a los niños... De ahí las órdenes, mandatos, gritos... porque muchos padres no tienen las herramientas para hacerlo de otra forma. Venimos de etapas anteriores en las que el autoritarismo primaba y quizás ahora sea el momento de mirar más en nuestro interior y eliminar esos métodos antiguos de educación”, comenta Ferrández.

Dudas de las familias 

“Imparto talleres desde hace un tiempo y me di cuenta de que al final muchos padres tenían los mismos problemas: querían enseñar a los niños a ser ordenados y no sabían cómo. Yo, mezclando mis dos profesiones, creé un método que no solo consiste en organizar el espacio de los niños sino que va mucho más allá. Enseño técnicas de comunicación, a entender cómo actúan los niños... No solo enseño a ordenar el espacio y ya está. Tiene que ver con la educación positiva, con herramientas de comunicación, con tratar de entender a los niños... Si tú no entiendes por qué grita, observarlo, intentar saber qué le pasa, conocerlo, no puedes llegar más allá y al final se convierte en bronca”, añade Patricia.

Rutinas

“Son fundamentales para los niños. Las rutinas les ayudan a predecir, a saber lo que viene después. Pero, en cuanto a horarios, yo creo que el tema del orden es, o debe ser, totalmente flexible, porque de no ser así estaríamos hablando de patologías. Está bien que el niño tenga sus rutinas para que sepa que hay que ordenar y acabe ordenando pero también hay que ser flexible con los momentos y los estados del propio niño”, describe la autora de ‘Enseña a tus hijos a ser ordenados’. 

Juego

Plantear ordenar como si fuese un juego. “ A los niños cuanto antes se les enseñe a ordenar mucho mejor. Hay una etapa que es la de los periodos sensitivos, entre los 2 y los 3 años, ideal para enseñarles a ser ordenados, siempre desde el juego porque si no los niños lo toman como una obligación, como algo malo... Si se ve como mandato puede llegar a ser una pesadilla. A los niños hay que hacérselo ver como un juego. Si no metes las piezas del puzzle en la caja mañana no podrás jugar, por ejemplo, que sea parte del propio juego, en este caso, y siempre desde la lógica y el respeto pero haciéndoselo ver como algo divertido”, añade Ferrández.

Aprender a ordenar los espacios con un método eficaz y divertido

Este libro práctico, escrito por una especialista en organización infantil, ayudará a que los niños aprendan a ordenar con un método eficaz y divertido que, además, contribuirá a la armonía familiar.

Está dedicado a madres, padres y educadores que conviven con niños hasta aproximadamente los 10 años de edad. Ofrece herramientas, claves y numerosos ejemplos para una educación en el orden sin gritos ni peleas, sin sensación general de caos y disfrutando de dicha enseñanza.

“No hay que obsesionarse con la inmediatez de los resultados”

“En los talleres siempre digo a los padres: cuando tú estás educando a tu hijo no hay que pensar en la inmediatez de los resultados. ¿Para qué quiero yo enseñarle a mi hijo a ser ordenado? Bueno, ser ordenado va a suponer que el niño tenga unos valores el día de mañana”, expresa Patricia Ferrández. Apunta que para conseguir este reto debe ser un conjunto de lenguaje positivo, comportamiento en casa, ambiente familiar... “Si yo no cambio la mirada y sigo siendo autoritaria con mi hijo, sigo mandando cosas pues no se va a conseguir lo que pretendemos. El cambio está en nosotros. Si yo cambio y mi hijo cambia al final voy a ver reflejado todo el trabajo hecho”, expresa esta joven natural de Ferrol y actualmente en Madrid.

Sentarse en familia y preguntar a los niños cuáles son las dificultades

“Los padres me comentan que cuando utilizan algunas herramientas y funcionan, quedan alucinados. Las broncas disminuyen, mejora el clima en casa”, expresa Patricia. Una herramienta muy buena, según la experta, son las reuniones familiares. “La solución a veces está mucho más cerca de lo que creemos. Hay que preguntarles a los niños y niñas lo que les pasa, lo que quieren, qué dificultades tienen para conseguir hacerlo... Por ejemplo, una familia me comentó que tenían dificultades por las mañanas con las prisas. Los niños llegaban siempre tarde al colegio. Se sentaron todos y hablaron. Los niños dijeron que para solucionarlo se levantarían a una hora con la música que ellos decidiesen ese día. Así fue y funcionó”, concluye.