Llegados a este punto, todo lo que no sea ganar el título para Inglaterra será una decepción en un Wembley casi lleno, en el que Dinamarca intentará seguir cazando sorpresas en esta Eurocopa y llegar a su segunda final en la historia.Un honor que nunca ha tenido Inglaterra, siempre con su tope puesto en las semifinales y ahora con una alfombra roja hasta la lucha por la título. Los Three Lions jugarán en Wembley, con los 60.000 aficionados que se darán cabida en el estadio a su favor. Apenas un pequeño reducto de daneses podrá ver a su selección.

Además los de Gareth Southgate llegan en su mejor momento del torneo, después de golear a Ucrania en cuartos de final, en su mejor actuación hasta la fecha. Sin haber encajado un solo gol, con Harry Kane por fin enchufado y con una multitud de variantes en el campo y en el banquillo que los han convertido en los favoritos. Todo lo que sea no levantar el título se considerará una decepción para un grupo que lleva sin tocar metal 55 años y que nunca ha olido de cerca la gloria de la Eurocopa.

Nunca antes estuvo tan cerca Dinamarca de alcanzar el hito que obtuvo su generación dorada, la que inesperadamente logró el título continental en el año 1992, en Suecia. El conjunto dirigido por Kasper Hjulmand está a dos pasos de igualar el histórico momento del fútbol danés. Dinamarca está en una situación inimaginable para muchos. Pero es un equipo que ha ido de menos a más hasta erigirse en uno de los supervivientes de la competición.

Es el tapado del torneo y eso aplaca la presión.

El equipo escandinavo mantendrá en Wembley su sistema de cinco defensas, dos centrocampistas por delante y tres hombres de ataque. La vuelta al once del delantero del Leipzig Yussuf Poulsen puede ser la novedad en perjuicio de Kasper Dolberg.

Mantendrá la zaga con Jens Stryger Larsen y Joakim Maehles. Andreas Christensen es el faro de la zaga junto a Simon Kjaer, mientras Jannik Vestergaard, del Southampton, completa el corazón de la defensa.

Damsgaard ha ganado en relevancia tras la baja de Eriksen. El hombre del Sampdoria ejerce de enganche entre el centro del campo que forman Pierre Hojbjerg, del Tottenham y Thomas Delaney, del Borussia Dortmund, con el ataque que componen Poulsen y el barcelonista Martin Braithwaite.