Los viejos oficios: Inés Fernández Vázquez, artesana de madera

La belleza de la sencillez

La calidez de la madera combinada con formas limpias y funcionales dan como resultado objetos con alma para el día a día. Son las piezas que inspiran a Inés Fernández, que desde su taller en Sada Néboa na Ría cuenta cada vez con más adeptos a sus obras de concepto “slow”

“Slow” significa lento y en artesanía y decoración en el hogar el término sugiere convertir la casa en un espacio acogedor en el que desconectar. Va asociado también al consumo consciente, respetuoso con el medio ambiente y duradero en el tiempo. De la filosofía “slow” surgen objetos hechos con mimo, sin prisa, que no solo son útiles sino que también invitan a la calma. Ese proceso lento es el que emplea Inés Fernández Vázquez desde su taller y marca Néboa na Ríapara transformar la madera en algo hermoso, sencillo y funcional que cada día cuenta con más adeptos.

La fundadora de Néboa na Ría da charlas sobre emprendimiento, es miembro de Creativas Galegas y su firma es reconocida como modelo de elaboración manual, original y sostenible. Inés procede del mundo del diseño de producto y siempre tuvo latente la idea de dar el salto a la artesanía. Así que un día decidió dejar su vida en Barcelona y regresar a Galicia (a Sada) junto a su marido Marcelo para poner en marcha una iniciativa “más conectada con nuestros valores”, explica.

Por eso dice que Néboa na Ría fue “una evolución, un proceso natural donde mi experiencia y conocimientos me fueron llevando a crear una marca que diese respuesta a las necesidades tanto internas como externas”. Es decir, “generar emociones a través de la exaltación de la belleza esencial de los objetos y abogar por un consumo más responsable y auténtico”.

De las manos de Inés salen piezas pensadas para acompañarnos en el día a día: platos, tablas, espátulas, fruteros, llaveros, soportes (de filtros de café, de servilletas…), palas de servir, rodillos, joyeros… todo un universo en madera que surge para facilitar la vida cotidiana y al mismo tiempo embellecer los espacios. Además de clientes particulares, también colaboran con otros artesanos y con diferentes tipos de empresas que realizan encargos, especialmente de hostelería y restauración.

El amor al detalle está presente en cada uno de los trabajos de Inés, que remata a veces con pintura y en otras ocasiones con grabado. El color complementa la forma de la pieza y el carácter de la madera para transmitir calidez y armonía. Ese cromatismo dota de un sello de identidad a cada objeto que ya le hace reconocible. Trabaja con diferentes tipos de maderas, desde haya a cerezo, nogal, castaño, arce o roble. Mucha de su inspiración proviene de la naturaleza, como las figuras de las piedras que se encuentran en la playa o las curvas que deja el mar y el viento sobre la arena. “Queremos evocar esa calidez y naturalidad en nuestras formas y texturas”, dice. El color se integra en la figura de manera natural y para ello utiliza pinturas basadas en la proteína de la leche, totalmente inocuas y aptas para el contacto alimentario. Sus trabajos pueden verse en la web neboa.es.

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