Gallegos a la vanguardia

“El XaTcobeo fue una lanzadera estupenda”

Helena Iglesias López, que formó parte del equipo de la UVigo que diseñó el primer nanosatélite español, es ingeniera de operaciones en las misiones de la ESA en Marte

Helena Iglesias, en la sede de ESOC, en Darmstadt

Helena Iglesias, en la sede de ESOC, en Darmstadt / Cedida

Sandra Penelas

Sandra Penelas

“Quería ser ingeniera de sonido y acabé en Marte”. Para Helena Iglesias López (Santiago, 1983), que bromea así sobre su trayectoria académica y profesional, el espacio era “un sueño irrealizable” hasta que el XaTcobeo se cruzó en su camino. Formó parte del equipo de la UVigo liderado por el profesor Fernando Aguado que lanzó al espacio el primer nanosatélite español y desde hace una década trabaja para la ESA en el Centro de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt, donde forma parte del equipo de control de vuelo de las misiones en Marte.

“Mi puesto es de ingeniera de operaciones de nave espacial. Empecé en el departamento de observación, que se ocupa de las misiones y satélites que orbitan la tierra, y después di el salto superemocionada a las misiones interplanetarias y a Marte”, relata Helena sobre su periplo en la ESA, que empezó de la mano de la empresa GMV durante su primer año en Alemania.

La Agencia tenía previsto lanzar el pasado septiembre el primer rover europeo, el Rosalind Franklin, dentro del programa ExoMars, pero tuvo que cancelarlo a principios de año por la guerra de Ucrania, ya que Rusia también colaboraba en el proyecto. “Fue un palo porque ya estaba a punto y ahora hay que redirigir la misión y se retrasará unos años. Fue un daño colateral de la guerra, no el más grave ni mucho menos, lo peor son otras cosas. Y de momento seguimos orbitando con satélites a la espera de poder amartizar algún día”, explica.

Helena se matriculó en Ingeniería de Telecomunicación con la idea de seguir vinculada a la pasión que mantiene desde niña. Estudió diez años de piano en el conservatorio y la decisión de si continuar o hacer una carrera más convencional le resultaba tan difícil que se tomó un año sabático al acabar el instituto.

“eL xaTCOBEo FUE UNA  LANZADERA  ESTUPENDA”

Helena Iglesias, en la sede de ESOC, en Darmstadt / Cedida

“Fui una privilegiada por poder hacerlo. Mis padres me apoyaron un montón y me dieron libertad porque confiaban en mí. Sin ellos yo no estaría en ningún sitio. Nos decían que iba a perder un año, pero en realidad lo gané. Seguí estudiando música moderna y también idiomas. Si me hubiese matriculado antes quizá no hubiese llegado al XaTcobeo y todo hubiese sido completamente diferente. Para mí, fue una ganancia total”, celebra Helena, que sigue siendo “una loca de la música” y tocando el piano por afición en su casa.

El pequeño ingenio espacial de apenas un kilo de peso trastocó sus planes cuando planeaba una estancia “erasmus” en Praga para hacer su proyecto fin de carrera. “El espacio es algo que te flipa desde niña pero nunca lo había visto como algo factible hasta ese momento”, recuerda Helena. Así que se incorporó al equipo de trabajo y unos años después, en febrero de 2012, era una de las protagonistas de la portada de FARO que brindaban exultantes por el éxito del lanzamiento.

Portada de FARO del 14 de febrero de 2012

“Recuerdo que el seguimiento en los medios había sido espectacular. Para mí, el XaTco, como le llamamos cariñosamente, y Vigo siempre estarán en mi corazón. Estoy muy agradecida a la Universidad y a Fernando Aguado. Fue una lanzadera estupenda para muchos de los estudiantes que después volamos fuera. Se formó una cantera muy buena, de hecho, en su día aquí me preguntaron si querría venir alguien más. Y es una alegría que sigan en esta línea y que se haya creado la empresa Alén y el grado en Ingeniería Aeroespacial en Ourense. Cuando empezamos, aquello fue totalmente una revolución, también generó dudas, y estoy muy contenta de que no se quedase en una anécdota. Y seguirán dando que hablar, seguro”, dice convencida.

A igual que otros integrantes de la generación XaTcobeo que ficharon por las principales agencias espaciales y empresas en diferentes países, Helena consiguió en Alemania la oportunidad de labrarse una carrera en este sector.

El ESOC es el centro de control del ESA desde el que se supervisan los satélites y sondas espaciales. Y cada misión implica a decenas de profesionales, incluso cientos, en el caso de las más ambiciosas. “En el centro hay gente de todos los países, británicos, franceses, alemanes... Pero la presencia de españoles e italianos es muy fuerte. Supongo que, como ocurrió en mi caso, se vinieron a Alemania por la falta de oportunidades en el ámbito aeroespacial. También hay gallegos, aunque en mi actual equipo de control de vuelo soy la única española”, comenta.

Helena Iglesias, en la sede de ESOC, en Darmstadt

Helena Iglesias, en la sede de ESOC, en Darmstadt / Cedida

Helena está “encantada” en su trabajo pero la morriña le va pesando: “Me muevo en una burbuja internacional y este ambiente te ayuda a adaptarte, pero se nota la barrera cultural. El alemán es muy complicado y el estilo de vida no es tan alegre como el nuestro. Quizá es que somos muy da terriña y echamos de menos a la familia, la comida, el mar... Cada vez que vuelvo a Galicia es un bálsamo”.

Sus raíces aquí se extienden por tres de las cuatro provincias, porque sus orígenes están en Viveiro, vivió sus primeros años en Porto do Son y después se trasladó a la ciudad de A Coruña, donde está afincada su familia. ”Y luego me pasé diez años en Vigo, a la que también le guardo cariño. Soy un poco de todas partes menos de Ourense”, resume entre risas.

Helena confía en poder regresar en algún momento. “Obviamente supongo que tendré que renunciar a hacer proyectos del mismo calibre, pero ganaría en otras cosas. Desde que lanzamos el XaTcobeo la situación ha avanzado mucho en España. Cada vez hay más empresas como PLD Space, que acaba de lanzar el “Miura”, y el Gobierno ha creado la Agencia Espacial Española”, apunta.

"Existen muchas políticas en marcha que van por el buen camino, pero tomará su tiempo llegar porque son ámbitos históricamente masculinos"

Durante la última década también ha mejorado la presencia de la mujer en el ámbito aeroespacial, aunque queda camino por avanzar: “En mi promoción de Teleco había bastantes chicas respecto a las anteriores y en el grupo del XaTcobeo éramos cinco de 15 o 20 estudiantes, lo cual no estaba mal. En el ámbito laboral hay una diferencia considerable. Sobre todo, en los puestos de decisión. Ahí la presencia es muchísimo menor. Existen muchas políticas en marcha que van por el buen camino, pero tomará su tiempo llegar porque son ámbitos históricamente masculinos. Pero estamos en ello y nunca he sentido discriminación en el sentido de que las mujeres no podamos hacer este trabajo”.

A ella le gustaría convertirse en el referente que nunca tuvo cuando estaba en el colegio y en el instituto: “Me encantaría. Y es algo que pienso cada vez que hago una entrevista. Si una niña la lee y dice que quiere dedicarse a esto sería genial. A mí me gustaba la carrera y tuve apoyo en la familia, pero no conocía a ninguna mujer. Una vez que entras en este mundo sí encuentras referentes. Yo he trabajado con otras ingenieras y he tenido jefas con las que he estado de maravilla. Y eso te anima a decir que aquí tenemos un sitio y que seguir este camino es perfectamente posible”. 

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