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La conexión gallega con los "Fab Four"

El médico Chema Ríos es amigo de la hermana de Lennon y mantiene una relación cordial con Yoko Ono

En más de 50 años hay al menos dos cosas que no han cambiado: se persiste en vender cremas antiarrugas -y la gente sigue arrugándose igual- y los Beatles, de alguna forma u otra, continúan apareciendo en las revistas que compraba la madre de Chema Ríos.

La afición de este ginecólogo compostelano por la banda inglesa surgió cuando tenía apenas 12 años. La pared del salón de su casa es una réplica del muro de The Cavern, club donde los cuatro de Liverpool dieron sus primeros shows. "En mis ratos libres estoy allí. No me hace falta salir a la calle", confiesa. La decoración de ese santuario la constituyen guitarras, amplificadores, un trozo del suelo del estudio dos de Abbey Road, varias chaquetas vaqueras, un kimono, unos calzoncillos o un mechón de pelo de John Lennon. Sin embargo, no lo guarda todo en un mismo lugar por seguridad: "Me da mucha pena no poder tener todas las cosas en casa".

En todo este tiempo, aparte de haber heredado y coleccionado todo tipo de objetos, ha vivido experiencias únicas que lo han hecho sentirse prácticamente un beatle más. En 1996, acompañó a una banda de imitadores al concurso televisivo Lluvia de estrellas, presentado por Bertín Osborne. Entre ellos estaba Xoel López, por entonces un joven de 19 años matriculado en la carrera de Magisterio, y el ahora productor Juan de Dios Martín (Amaral). Después, Ríos formó parte de otros grupos. Sin ir más lejos, ahora pertenece a Los Fabulosos Weekend, cuyo vocalista es el actor vigués Manuel Manquiña, y en el que interpreta algunas canciones de los Beatles.

Su clímax como beatlemaníaco se produjo hace dos veranos. En el 60 aniversario del primer encuentro entre Paul McCartney y John Lennon tocó con The Quarrymen, la banda precursora de los Beatles. "Fue inesperado y emocionante", dice. No obstante, ese es solo uno de muchos momentos para el recuerdo.

Durante la celebración de una Beatleweek conoció a la hermana de su adorado Lennon, Julia Baird, con la que mantiene una relación muy estrecha: "Pasan los años y ya no le doy importancia. Es una persona normal, con la que hablo, río y me riñe por no comer arroz integral". De hecho, tan grande es su amistad que el próximo septiembre volverá a hospedarse en su casa de A Coruña.

Asimismo, también llegó a conocer a la mujer que educó a su ídolo: su tía Mary Smith. Sucedió en un viaje con su amigo Santiago Casares, quien, por cierto, en 1979 tuvo el placer de pasar una jornada entera con Paul McCartney y su familia en su casa, situada en el condado de Sussex. "Nos tuvimos que hacer pasar por mensajeros. En aquel pueblo nadie decía nada; había un pacto de silencio", cuenta.

A través de la tía Mimi dio el salto a Yoko Ono, quien, según Ríos, "no fue la causa de la disolución del grupo". La mujer de Lennon lo llamó al hotel en el que se hospedaba y lo invitó a desayunar en su mítico piso del edificio Dakota de Nueva York, el mismo en el que trabajó la pontevedresa Rosaura López como empleada de hogar. "Estuve en la cocina en la que se la vio con John tantas veces", relata orgulloso. Más adelante, Ono volvió a convocarlo cuando compró la vivienda en la que se había criado su marido. Además, se vieron las caras por tercera vez cuando esta presentó una exposición en el museo Guggenheim de Bilbao en 2014.

El año pasado estuvo con Ringo Starr en el recital que dio en A Coruña, cuando le entregaron una escultura de madera. Esa, sumado a los 15 segundos que compartió con McCartney en la puerta del hotel en el que se hospedó en Madrid, son las únicas veces que estuvo frente a un Beatle.

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