De la noche a la mañana, las motorizaciones diésel se han convertido en el centro de todos los males de la capa de ozono. Las ventas de este tipo de propulsores han descendido de forma considerable, alcanzando cifras que hacía muchísimos años que no se veían. Sin embargo, este descenso no se ve compensando con un aumento de lo que hoy en día denominamos alternativas que, a pesar de todo, continúan con su lento crecimiento.
Si embargo, los fabricantes no se han quedad cruzados de brazos dejando que este tipos de motores desaparezcan. Poco a poco están saliendo al mercado nuevas motorizaciones que, incluso, se adelantan a las más estrictas normativas de emisiones. Es importante que los clientes conozcan que los nuevos propulsores no tienen nada que ver con lo que había en el mercado la década pasada. Los rendimientos, consumos y emisiones están en línea con las motorizaciones gasolina que, el mes pasado, superaba el 57% de las ventas. Dejemos que los profesionales nos orienten de la mejor forma posible, y no demonicemos un producto que, hoy en día, no es tan malo como lo pintan.
Otro tema muy a tener en cuenta es el del precio de los combustibles. Galicia se ha convertido en el epicentro de las subidas de precios a nivel nacional. Lo peor de todo no es que el crudo suba, que es inevitable, pero lo más increíble es que ninguna institución competente toma parte en este tema y lo analice para saber lo que está pasando y conocer el porqué tenemos el combustible más caro.
Preocupante es también ese interés de incrementar los precios de la autopista para comenzar las obras de reparación del firme. Unas obras que no se pueden realizar de noche, para no interrumpir el tráfico, por lo que es más fácil entorpecer el tráfico y convertir una autopista en una ratonera.
