Los gallegos de la Comisión Europea

Conchita, Marcos, Alexia y Ángela explican que votar en las Elecciones Europeas es asegurarnos “un espacio de paz y democracia ante las amenazas exteriores”

Conchita, Marcos, Alexia yÁngela, a las puertas de la Comisión

Conchita, Marcos, Alexia yÁngela, a las puertas de la Comisión / FDV

Mañana se celebran las elecciones europeas en nuestro país y hay más de 38 millones de españoles llamados a las urnas. Si bien estos comicios se consideran de “segundo orden” por su menor participación (se estima que solo la mitad de los censados irán a votar), su importancia no es poca. De hecho, en países como Bélgica depositar la papeleta es obligatorio: no hacerlo supone una multa de al menos 300 euros.

Ángela González, Alexia Torres, Marcos Martín y Conchita Pérez son cuatro gallegos que trabajan en la Comisión Europea. Llegaron a Bruselas por diferentes motivos, pero a todos les sedujeron las posibilidades que ofrecía lo que ellos llaman “la verdadera capital de España”, una ciudad en la que la democracia circula a gran velocidad y se toman decisiones de calado.

La primera en llegar a las instituciones fue Conchita Pérez. De hecho, fue una de las primeras españolas en ocupar un cargo como funcionaria europea: lo hizo en el año 91. Es politóloga experta en relaciones internacionales y trabaja como administradora política en la Dirección de Comercio del Consejo de la Unión Europea (Consejo de Ministros).

Entre sus funciones está asesorar en temas de comercio: junto a su equipo de 12 personas se sienta con la presidencia del Consejo en cada reunión y la asesoran en materia política y jurídica. También asisten a la Presidencia durante las negociaciones legislativas con el Parlamento Europeo.“Somos la memoria histórica de una presidencia rotatoria que cambia cada seis meses”, indica.

Pérez fue una de las primeras gallegas que conoció Alexia Torres cuando llegó a Bruselas. Acudió como corresponsal de la Televisión de Galicia, fue freelance para el Parlamento y vivió en varios países como India o China . Ahora, trabaja como editora en el equipo de Monitoreo de medios de la Comisión Europea. “Mantenemos informados a los altos cargos de la Comisión Europea, especialmente a la presidenta Von der Leyen y su gabinete: les resumimos lo esencial de la actualidad, las noticias de última hora y especialmente lo que los periodistas publican sobre las políticas europeas, lo que influye sobre sus dosieres. Lo bueno y lo malo, aquí no hay censura”, explica.

Marcos Martín lleva ya dos décadas residiendo en el país europeo. Es jefe de unidad adjunto de Planificación, Presupuesto y Evaluación del Departamento de Comunicación de la Comisión Europea. “Mi trabajo consiste en coordinar un equipo de quince personas encargadas de planificar los objetivos de la comunicación de la Comisión hacia los ciudadanos, asegurar la financiación necesaria y evaluar los resultados de la misma”, indica. En sus inicios trabajó para el departamento de relaciones internacionales de la Xunta de Galicia pero acabó dedicándose a lo inverso: contar Europa a los gallegos.

Por último, la viguesa Ángela González se instaló definitivamente en septiembre de 2023 y comenzó a trabajar como experta Nacional Destacada en la Dirección General de Comunicación de la Comisión Europea. Ya había estado de Erasmus anteriormente y se había dejado encantar por la capital de Bélgica.

Precisamente los Erasmus son uno de los logros para los jóvenes españoles que se obtuvieron gracias a la Unión Europea. Pero, ¿qué otras cuestiones nos afectan? ¿Por qué ir votar mañana?

Alexia Torres señala que no hacerlo “es como decir que te da todo igual”. Desde el Parlamento Europeo se deciden cuestiones que a corto y largo plazo influyen en nuestras vidas, desde que exista el roaming a las políticas contra el cambio climático. Después está la cuestión moral: “No votar es como si dices que te da igual que Putin invada otros países o el cambio climático. Hay momentos en los que hay que parar, elegir el líder político que más te represente y actuar”, reflexiona.

Además, menciona otras medidas tangibles como el cambio al euro o el libre movimiento de los españoles por los países de la Unión Europea.

Ángela indica que los votantes tienen mucho que ver con las decisiones comunitarias: “Nos estamos jugando mucho. Dependiendo de quién gobierne las políticas serán más o menos verdes, dependeremos más o menos de las energías fósiles y Europa será más o menos autónoma en, por ejemplo, la guerra tecnológica entre Estados Unidos y Rusia”.

No votar es como si dices que te da igual que Putin invada otros países o el cambio climático. Hay momentos en los que hay que parar, elegir el líder político que más te represente y actuar

Recuerda, además, los fondos Next Generation y la aportación durante la pandemia, con una compra centralizada de las vacunas.

Alexia menciona que las instituciones son, entre otras cosas, las encargadas de velar por la seguridad de la protección de datos. “Parece que estas cosas están ahí de toda la vida y que algunas se consiguen desde España, pero prácticamente todo en nuestra vida se decide aquí”.

Hace días Marcos acudió a dar una charla a un instituto gallego para concienciar a los jóvenes acerca de por qué votar. “Una razón fundamental es que nos aseguramos un espacio de paz y democracia. Las amenazas están a nuestro alrededor. Lo que está pasando en Ucrania hace 70 años que no pasa aquí, pero obviar ir a votar puede hacer que las cosas cambien”, indica.

¿Y en Galicia?

Además de la pesca y las artes que se emplean en Galicia, hay otros asuntos decisivos para nuestra comunidad. Los gallegos en Bruselas apuntan a la nueva PAC como principal punto de interés. “Ahora mismo estamos en un periodo fiscal hasta 2027 y después se va a aprobar la nueva Política Agraria Común con el parlamento que salga electo, lo cual es muy importante”, dice Conchita.

También está en juego la gestión de los residuos -el tratamiento a nuestras rías- y la innovación en la comunidad.

¿Palestina? ¿Ucrania?

La política exterior sí tiene relación con el Parlamento Europeo.

Conchita Pérez señala que “cuando hay un problema de política exterior, el parlamento tiene un papel importante de visibilidad”. Además, sirven para verificar que las elecciones de determinados países sean democráticas y vigilan los conflictos. “Si podemos aportar soluciones a un estado que nos envía muchos emigrantes, podemos evitar que después vengan a nuestros países”, señala.

Funcionarios políglotas: siete idiomas en cartera

Para trabajar en la Comisión Europea hay que saber hablar inglés con, mínimo, un nivel profesional. También es recomendable tener francés dado que es el idioma mayoritario en Bélgica. Sin embargo, los gallegos tienen una larga trayectoria y dominan muchos más. Alexia domina el inglés, el francés, el italiano, el portugués, obviamente el español y el gallego, y también sabe un poco de chino.. Sin embargo, animan a los jóvenes interesados en las instituciones a lanzarse con poco: “Yo vine con un nivel de Erasmus y me apañé. Ahora, ya aquí, estoy estudiando francés”, explica. “Hay mucha competencia y los bálticos nos dan mil vueltas en idiomas”, bromea Ángela.