Nombramiento polémico

La Fundación de Baltasar Garzón califica de "patriarcal" que se ataque a Delgado por su relación con el exjuez

Siete vocales del Consejo Fiscal alegaron una posible causa de incompatibilidad de la fiscal de Memoria Democrática porque este organismo se dedica a asuntos vinculados con el ejercicio de su cargo

Baltasar Garzón.

Baltasar Garzón. / José Luis Roca

Cristina Gallardo

Una vez se ha producido el nombramiento por el Gobierno de Dolores Delgado como nueva fiscal de Memoria Democrática y Derechos Humanos, la fundación FIBGAR -que lleva el nombre de su pareja, el que fuera juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón- dedicada a la defensa de los derechos humanos, ha salido a la palestra para denunciar lo que considera una postura "patriarcal" por parte de quienes han manifestado su rechazo a esta designación basándose en la relación sentimental entre ambos.

"Reducir el trabajo de la fundación a la figura de su presidente, hombre, y aún peor, sugerir que la imparcialidad de una persona, mujer, está comprometida por una relación personal, es patriarcal, y no podemos sino rechazarlo públicamente", señala la fundación en un comunicado. 

La posición siete de los vocales del Consejo Fiscal, que se negaron a participar en el análisis y votación de la candidatura de Delgado al puesto la semana pasada se justificó en una posible causa de incompatibilidad de Delgado para ejercer en la nuva Fiscalía de Sala, denominada de Memoria Democrática y Derechos Humanos, dada su relación sentimental con Garzón, que dirige FIGBAR y un despacho de abogados dedicados a esta materia concreta.

La Asociación de Fiscales, mayoritaria en la carrera, y la Asociación Profesional e Independinte de Fiscales denunciaron que el ahora abogado es el que "ha promovido la ley de memoria democrática y la creación de una fiscalía de sala competente en la materia”, y estudian un posible recurso ante el Tribunal Supremo contra este nombramiento. A esta impugnación podría sumarse el fiscal Antidroga Luis Ibáñez, que era uno de los que aspiraba al cargo.

Ante las informaciones sobre este asunto, la Fundación defiende que es "totalmente transparente en cuanto a sus fines, financiación y actividades", que lleva más de una década trabajando por los Derechos Humanos. Añade que "sugerir cualquier tipo de connotación negativa es un intento de manipulación que demuestra, bien un desconocimiento absoluto de cómo funciona el tercer sector, o bien, un intento deliberado de atacar a una organización y a quienes trabajan en el desarrollo de sus fines".

En su comunicado, la fundación explica que su labor es exactamente igual que la de otras organizaciones con fines similares, como Amnistía Internacional, Blueprint For Free Speech, Stop Ecocide, Trial International, Transparencia Internacional o Fundación Cultura de Paz y que su Patronato aprueba anualmente un plan de actuación que incluye los proyectos a ejecutar, "de los cuales se rinde cuenta a la instancia oficial correspondiente".