Ejercicios Air Defender 23

Defensa envía tres cazas a las maniobras más disuasorias de la OTAN ante Rusia

España aportará tres cazas Eurofighter Typhoon del Ala 14 del Ejército del Aire y el Espacio

Un Eurofighter español despega durante el ejercicio Ocean Sky 2021.

Un Eurofighter español despega durante el ejercicio Ocean Sky 2021. / MANUEL ACOSTA - EJÉRCITO DEL AIRE

Juan José Fernández

Tres aviones de combate y tres pilotos ya probados en misiones de la OTAN volarán por parte de España en las maniobras Air Defender 2023, que la Alianza Atlántica activa este lunes en el que será el mayor ejercicio militar aéreo de su historia.

Defensa aportará tres cazas Eurofighter Typhoon del Ala 14 del Ejército del Aire y el Espacio (EAE) para combinarse en un mismo mando aéreo con otros 30 cazas iguales que desplegará la Luftwaffe alemana. Las maniobras se llevarán a cabo, en su mayor parte, en el espacio aéreo alemán y con duración prevista hasta el 23 de junio. Un total de 200 aeronaves serán movilizadas por la OTAN para el ejercicio. Cien de esas aeronaves son aportación norteamericana y 46 serán cazas del ejército alemán.

Los tres cazas que aporta España formarán parte de un ficticio grupo aéreo de interceptación de la OTAN ante el ataque recibido por uno de sus aliados. Los aviones españoles participarán en el ensayo durante cuatro días, entre los próximos 12 y 16.

Lo más moderno

La aportación española a estas maniobras, el mayor mensaje disuasorio que envía la OTAN a Rusia este año, consiste en tres de sus más modernos y potentes aviones de combate, y de la unidad más operativa del EAE. En el ala 14, con base en Los Llanos (Albacete), opera la élite de los pilotos militares españoles. Pero el séquito humano que acompañará a estos cazas es, según fuentes del Ejército del Aire, "el mínimo necesario para apoyar el despliegue".

La organización de las maniobras Air Defender 2023 ha encajado las necesidades de apoyo logístico de las naves desplazadas a Alemania para este simulacro. Son 22 los países participantes y, dado que también se pone a prueba la capacidad de prestar asistencia a distintos aviones de distintas naciones de una forma no estanca, la práctica totalidad del trabajo añadido en tierra será desempeñado por profesionales de la Luftwaffe.

La misma unidad que España envía a Air Defender 23 estuvo desplegada en el Destacamento Aéreo Táctico Ámbar, en la base aérea de Ämari, en Estonia, en el verano de 2022, en un trabajo --en este caso nada de simulacros-- de vigilancia de vuelos rusos no debidamente identificados. Fueron las labores de la misión Policía Aérea del Báltico (BAP) de la OTAN.

En el espacio aéreo de Estonia, los Eurofighter españoles volaban en binomio con los Eurofighter alemanes, en servicios QRA, o de reacción rápida. En esa vigilancia iban armados con misiles aire-aire para posibles interceptaciones de aeronaves hostiles.

En un principio Defensa se planteaba enviar dos cazas y mantener uno de reserva, pero decidió ampliar a tres a demanda de la OTAN, en la fase final de la organización de las maniobras.