Apuntes políticos de la semana

Feijóo se fía de Ayuso y "nacionaliza" al máximo las elecciones del 28-M

La relación entre Ayuso y Feijóo es cordial y sus principales colaboradores se están entendiendo bien. "En Madrid la política es salvaje, el ritmo es muy diferente al de Galicia o a Andalucía"

feijoo ayuso

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Pilar Santos

Esta semana España ha vivido en su propia película ‘Good bye, Lenin’ (2003), aquí ‘Good bye, ETA’. Si alguien hubiera despertado del coma después de 12 años y hubiera puesto la tele, podría haber pensado que la banda terrorista sigue asesinando. “ETA está viva”, dijo el jueves Isabel Díaz Ayuso. "Los cimientos de la ley de vivienda están sobre las cenizas del atentado de Hipercor", apuntó el miércoles Pedro Rollán, senador del PP en el hemiciclo.

Sin propuestas

Los populares, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, se han sumado la primera semana de campaña a la estrategia que tan bien le ha ido a Ayuso hasta ahora, de “nacionalizar” al máximo la campaña. No hay propuestas. Todo es Pedro Sánchez, al que relacionan con los terroristas y llaman mentiroso. La presidenta de Madrid salió, rotunda, desde el primer minuto en contra de la inclusión de 44 condenados por pertenencia o colaboración con ETA en las listas de EH Bildu y recordó que el PSOE se ha apoyado en la formación aberzale para sacar adelante múltiples iniciativas en el Congreso. 

Uno de los asesores de Ayuso considera que este asunto, al igual que los errores de la ley del ‘sí es sí’ que permitió rebajar penas a delincuentes sexuales, “revuelve el cuerpo a los españoles" e identifica a Sánchez con “el enemigo a batir”, "el enemigo de España". Fuentes de la dirección del PP coinciden en que esperan que este debate “desmovilice” al votante indeciso socialista: “Muchos se quedarán en casa porque les dará vergüenza apoyar a candidatos de un PSOE que pacta con terroristas y algunos, no sabemos cuántos, a lo mejor se deciden por intentar echar a los socialistas votando al PP”. 

¿Funcionará fuera de Madrid?

El “antisanchismo” ha sido la principal catapulta de Ayuso y lo mantiene en esta campaña en la que ella quiere alcanzar la mayoría absoluta en Madrid. Otra cosa será ver, el 28 de mayo por la noche, si le ha funcionado bien al PP en el resto de España. Su jefe, Feijóo, también se la juega en las municipales y en las autonómicas en las otras 11 comunidades que pasan por las urnas. El político gallego necesita demostrar que el PP se está recuperando de la traumática salida de Pablo Casado y gana poder territorial (Comunitat Valenciana, Aragón y Castilla-La Mancha como principales plazas).

La relación entre Ayuso y Feijóo es cordial (al menos por ahora) y sus principales colaboradores (Miguel Ángel Rodríguez, por parte de ella, y Elías Bendodo y Esteban González Pons, por parte de él) se están entendiendo bien. Se ven y hablan a menudo, para fijar estrategias y evitar malos entendidos (al menos por ahora). Unos y otros admiten que coinciden en el diagnóstico: "En Madrid la política es salvaje, el ritmo es muy diferente al de Galicia o a Andalucía". No es tan fácil adaptarse.

El pasado martes, antes de que las listas de EH Bildu con condenados por su relación con ETA monopolizara el cara a cara entre Sánchez y Feijóo en el Senado, una de las personas que componen el núcleo duro del presidente del PP justificaba la dureza de Ayuso. “Ella necesita la absoluta y esa radicalidad que le ven algunos nos ayuda a que Feijóo aparezca como alguien moderado”, apunta un asesor del político gallego.

El efecto psicológico que dejarán las elecciones del 28-M en la sociedad será determinante para ver en qué estado afrontan la segunda parte del año Feijóo y Sánchez. Ambos se someterán a las urnas en las elecciones generales que se celebrarán antes de que acabe 2023.

Tranquilidad en la Moncloa

En la Moncloa, en cambio, ven un fracaso la estrategia del PP con EH Bildu porque han pisado “demasiado el acelerador”. “Hemos tenido que recordarles que mintieron con los atentados del 11-M y dijeron que había sido ETA”, señalan fuentes del Gobierno, que consideran que ese ataque islamista y el “uso del terrorismo y de las víctimas” movilizan a su electorado progresista.

El análisis del equipo de Sánchez es que hacer de la banda terrorista y los aberzales el eje argumental demuestra que Feijóo “no tiene nada” para rebatir al jefe del Ejecutivo. “Con una ocupación en récords y una economía que va bien, no saben ni qué decir, por eso sacan lo del terrorismo. Es una campaña en negativo”, afirma uno de los principales colaboradores del presidente antes de añadir que Sánchez “seguirá con su campaña propositiva [con anuncios]” este fin de semana. 

Fuentes del Gobierno han estado durante días alumbrando las diferencias entre Ayuso, que defiende la ilegalización de la formación aberzale, y Feijóo, que no cree que sea posible con la actual ley de partidos políticos. Creen que "le están haciendo la campaña a Vox" y se les ha vuelto en contra como “un bumerán” al poner el acento en esas disparidades internas que, en todo caso, podrán estallar (o no) el 29 de mayo si la madrileña arrasa con la absoluta y el gallego no logra recuperar ninguna comunidad autónoma para el PP. Pero para eso faltan nueve días, casi una vida en política.