Después de unos días con mucha tensión entre el PSOE y Podemos y de honda preocupación en el colectivo LGTBI, los socialistas han anunciado que “no tocarán” la autodeterminación de género reconocida en la ley trans, es decir, que una persona pueda cambiarse de sexo en el DNI y en el Registro Civil con su mera voluntad, sin dos años de hormonación y un aval médico, como se exige en la actualidad. 

Los socialistas no se harán eco, por tanto, de las demandas del feminismo más ortodoxoen el que militan algunas socialistas como Carmen Calvo, que exige modificar el aspecto primordial de la ley trans porque la llamada autodeterminación de género supone, a su juicio, "borrar" a las mujeres y dar preponderancia al "género" -al que consideran una construcción social del machismo- sobre el "sexo biológico".

La ley permite el cambio de sexo registral a partir de los 16 años, entre los 14 y los 16 años si los menores presentan la solicitud “asistidos por sus representantes legales” y entre los 12 y los 14 con el aval de un juez. Fuentes socialistas han garantizado que “no tocarán la parte de la autodeterminación del género”, por lo que todo indica que tampoco harán cambios sobre la edad a partir de la cual se puede ejercer.

Las violencias

Las mismas fuentes han avisado, no obstante, de que "tienen dudas" sobre "la equiparación de algunas violencias" que se recogen en la norma con los ataques machistas, por lo que el PSOE sí podría presentar enmiendas para modificar este aspecto. Este asunto, no obstante, no es parte central de la norma, por lo que los posibles retoques, a priori, no tendrían por qué afectar a la aprobación de la ley como si podría haber sucedido si los socialistas hubieran pedido recortar la libre autodeterminación de género, la principal reivindicación del colectivo LGTBI.

De hecho, antes de conocerse las intenciones socialistas, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha mostrado su preocupación” por la posibilidad de que el PSOE volviera a “cuestionar aspectos centrales de la ley como el reconocimiento a la autodeterminación de la identidad de género”. La ministra ha garantizado a la comunidad LGTBI que no apoyará ningún tipo de “retroceso” sobre el texto pactado en el seno del Gobierno y que "se dejará la piel" para que la norma sea aprobada definitivamente antes de fin de año.