El presidente del Parlament, Roger Torrent, confirmó ayer que las elecciones catalanas se celebrarán el próximo 14 de febrero. En los 10 días hábiles siguientes a la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat "no se ha presentado ningún candidato" a sustituirlo, dijo, así que el próximo jueves se iniciará la cuenta atrás para la convocatoria automática de los comicios autonómicos.

Torrent aclaró ayer cuál será la fórmula legal para poner en marcha ese reloj. Atendiendo a los informes de los letrados del Parlament, el miércoles de la semana que viene comunicará al pleno que no hay candidato a president, y ese anuncio, que se publicará en el boletín oficial de la Cámara, servirá como "acto equivalente" a la celebración de una sesión de investidura fallida para que empiecen a correr los plazos legales.

Ese día ya está convocado un pleno ordinario en el Parlament, que el presidente de la Cámara aprovechará para dirigirse a los grupos antes de que empiece la sesión y comunicarles que el reloj electoral se pone en marcha. Los grupos parlamentarios tendrán entonces la oportunidad de tomar la palabra de manera "breve", como habían pedido algunos de ellos.

A partir del 22 de octubre, día siguiente a ese pleno, empiezan los dos meses preceptivos para tratar de investir a un nuevo president. La única posibilidad de que las elecciones no se celebren el 14-F implicaría que, en ese periodo, algún diputado reuniera la confianza de la mayoría de la Cámara; en ese caso, el presidente del Parlament tendría que reunirse de nuevo con los partidos para estudiar la situación. Pero eso parece imposible, porque los independentistas han decidido no presentar aspirante y los no independentistas no tienen la fuerza parlamentaria necesaria. De hecho, la preceptiva ronda de contactos que inició Torrent tras la inhabilitación de Torra no ha dado ningún resultado, como se preveía.

Durante los dos meses de espera, el Parlament seguirá celebrando los plenos ordinarios que ya están previstos hasta que finalice el periodo de sesiones, a mediados de diciembre. Tras la disolución de la Cámara (es decir, cuando se convoquen las elecciones), se pondrá en marcha la Diputación Permanente, la cual puede reunirse para convalidar decretos del Govern.

El próximo 22 de diciembre quedarán automáticamente convocados los comicios al Parlament, y la campaña electoral se iniciará el 29 de enero. Todo apunta a que la pandemia de coronavirus condicionará de alguna manera la cita con las urnas, como ya sucedió en el País Vasco y en Galicia; Torrent no ha querido especular sobre cómo el Govern "conjugará los dos derechos, el de voto y el de la seguridad sanitaria". El Ejecutivo catalán ya está estudiando cómo hacer frente a la situación.