Pedro Sánchez se desmarcó ayer de la posición del vicepresidente segundo de su Ejecutivo, Pablo Iglesias, para defender unos Presupuestos con el mayor respaldo posible, lo que exige "excluir vetos cruzados" entre formaciones. Mientras Iglesias insiste en dejar fuera a Ciudadanos, en una entrevista anoche en La Sexta, el presidente se mostró partidario de llegar a "acuerdos inéditos ante una situación inédita" como la de la crisis sanitaria. Sánchez considera que tanto el PP como "la ultraderecha" se han "autoexcluido" de la negociación presupuestaria, pero considera que el restos de las fuerzas parlamentarias están en condiciones de alcanzar acuerdos para unos "Presupuestos de país". "Tiene que haber Presupuestos, los de ahora son de 2017, que en estas circunstancias es tanto como decir la prehistoria", afirmó el jefe del Ejecutivo en la entrevista televisiva.

Pese a las visibles discrepancias con su vicepresidente, Sánchez agradeció "la lealtad de Podemos" como socio de Gobierno. Preguntado sobre las aspiraciones republicanas de Podemos, Sánchez mostró respeto por esa vocación, para señalar después que, aunque el PSOE también la tiene, se comprometió "con el pacto constitucional" en su conjunto, del que la Monarquía forma parte.

Sobre la probable inhabilitación del presidente de la Generalitat, Sánchez considera que Torra hizo "ostentación de incumplir la ley". Anticipa que las resistencia del jefe del Govern a facilitar su sustitución provocará una "preocupante" situación de interinidad en Cataluña en plena pandemia. El jefe del Gobierno culpa al independentismo de "judicializar la crisis" catalana y defiende que es hora "de pasar página".

Instituciones dañadas

Sánchez también lanzó reproches al PP. A la pregunta del entrevistador sobre si habrá acuerdo para renovar determinadas instituciones, instó a los populares a "ser constitucionalistas desde el primer artículo hasta el último", en alusión a que la Carta Magna establece la obligación de esos cambios. "No podemos tener un Consejo General del poder Judicial en funciones desde hace dos años", apuntó. A su juicio, "es un mensaje lesivo para las instituciones" que se diga que al PP le conviene mantener la actual configuración del gobierno de los jueces para protegerse ante la evolución de los casos de corrupción que tiene encima, como los relacionados con Bárcenas.