ERC y JxCat sumaron ayer el Congreso de los Diputados a la lista de los teatros de operaciones donde se vive la pugna por la hegemonía interna en el independentismo, sin menoscabo del tercero en discordia, la CUP. El debate y votación del suplicatorio que el Tribunal Supremo elevó a la Cámara baja para poder investigar a la diputada Laura Borràs, por unas presuntas irregularidades cometidas cuando dirigía l'Institució de les Lletres Catalanes puso sobre la mesa las diferencias que con escaso éxito trataron de mantener, todos, bajo la alfombra.

El suplicatorio se aprobó gracias a los casi 300 votos que sumaron PSOE, PP y Vox. ERC y la CUP, se ausentaron en el momento de la votación. Borràs se enfrenta a las acusaciones de prevaricación, fraude a la administración, malversación y falsedad documental y será citada como investigada, previsiblemente en julio.