"No me siento cómodo. Esto tiene mala pinta y no se cómo va a acabar.", señala José Terceiro del Centro Galego de Lérida que agrupa a 232 socios.

Terceiro también tiene claro que no se le puede echar la culpa a un solo bando: "Cuano hay un litigo no es culpa de uno solo". No obstante, deja claro que pesa mucho la metáfora a la hora de hablar del tema. "Esto no es el País Vasco; no corremos peligros ni tenemos muchos problemas; no tenemos ni temor ni miedo.. En el Centro Galego tenemos restaurante y es muy conocido. Damos entre 70 y 80 comidas cada día, non solo para socios sino que viene gente de fuera. La gente que no es gallega viene igual", añade.

No obstante, sí ve con pena que haya familias donde discutan padres con hijos por el independentismo o soberanismo. Reconoce que el separatismo tiene eco, fundamentalmente, entre la gente joven. En su caso, prefiere no sacar el tema político con catalanes: "No le puedes llevar la contraria. Dicen que prefieron comer en el suelo antes que ceder. Mal asunto".

Óliver Fernández, de la Asociación Galega Cultural Rosalía de Castro de Cornellà, reconoce que en dicho colectivo "no solemos hablar de temas políticos y procuramos ser neutrales".

Domingo Balboa, desde Cova da Serpe, colectivo cultural gallego en Barcelona, coincide en que "procuramos no hablar mucho de lo político y más de fútbol. Procuramos no tocar ese tema, para hablar de cosas neutras. Ha habido familias enfrentadas por el Procés, con diferencias entre padres e hijos por no tener ideas acordes; incluso se han dejado de hablar por eso".

Respecto a lo que puede acontecer en el futuro más inmediato, el presidente del Centro Galego de Lérida, José Terceiro, cree que el fin de semana es posible que se recrudezcan las protestas al no haber clases y cerrar la mayoría de los negocios por descanso en Lleida.

Otra persona que prefiere no mostrar abiertamente su opinión política es Carlos Mandianes, presidente del Centro Galego de Barcelona, ubicado a pie de las Ramblas. "No es mi labor opinar", aclara.

"Estar de acuerdo o no con la resolución es un tema personal", añade para indicar que "era lógico que, tras una resolución judicial como esta hubiera movimiento y se ha visto. No solo ha sido en Cataluña, sino que hemos visto que en Vigo y otras capitales de provincia (gallegas) también se ha movilizado la gente. Eso no lo veo mal".