La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, resaltó ayer que la acogida de los 121 inmigrantes que se encuentran a bordo del barco de la ONG española Open Arms "es responsabilidad de la Unión Europea en su conjunto" e insistió en que el Ejecutivo español quiere que Bruselas siente la política migratoria "como propia" y "sea consciente de su responsabilidad".

El Open Arms rescató en el Mediterráneo central el pasado jueves a 55 migrantes irregulares y, un día después, a otras 69 personas. De esos 124 rescatados, tres mujeres (dos de ellas embarazadas) fueron posteriormente evacuadas de urgencia, tras autorizarlo el Gobierno italiano.

Negativa

El buque se encuentra desde hace cinco días en aguas internacionales frente a la isla italiana de Lampedusa, pero Italia le niega la autorización de desembarco y tampoco permite que los migrantes sean acogidos en un puerto de Malta.

Italia y Malta son los países más cercanos al buque, por lo que son los más seguros de acuerdo con la normativa internacional. Ante la negativa de ambos países, el buque ha pedido "urgentemente" un puerto seguro al que dirigirse con estas personas.

La Comisión Europea expresó en el día de ayer su preocupación por el bienestar de las 121 personas que siguen en el barco, y apeló a la normativa internacional y nacional para permitir su desembarco.

La portavoz del Ejecutivo comunitario, Mina Andreeva, afirmó que el Gobierno español no ha remitido a la Comisión Europea ninguna petición para agilizar el desembarco y distribución posterior de migrantes entre países de la UE, como se hizo en el pasado en otros casos. "La Comisión no ha recibido una petición para hacer la coordinación respecto a las personas que están actualmente a bordo del barco de Open Arms", según explicó en rueda de prensa.