El hasta ahora portavoz Económico de Ciudadanos, Toni Roldán, puso cara a la crisis interna de la formación de Albert Rivera al abandonar el partido por su deriva a la derecha y su política de pactos. "No me voy porque yo haya cambiado sino porque Ciudadanos ha cambiado, este no es el contrato que yo firmé", argumentó Roldán al anunciar su despedida.

El de ayer fue un día negro para Ciudadanos, después de que el eurodiputado Javier Nart dimitiera como miembro de la Ejecutiva al no prosperar la iniciativa conjunta con el jefe de filas de rectificar el veto a pactar con el PSOE y facilitar con la abstención la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. La jornada negra se redondeó con la renuncia de Juan Vázquez, cabeza de lista regional en Asturias.

Toni Roldán formaba parte hasta ahora del núcleo más cercano a Rivera en la cúpula de Ciudanos. Llegó al partido hace cuatro años de la mano de Luis Garicano, de quien es discípulo, y se hizo cargo de la portavocía económica en el Congreso, donde dejará de ser diputado. Roldán reconoció ayer que no tuvo éxito en sus intentos de corregir desde esas posiciones la deriva que Albert Rivera imprimió al partido después de que prosperara la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy.

"Uno no puede tratar de ser lo que no es durante mucho tiempo", asumió ayer con gesto emocionado para empezar a desgranar los motivos por los que abandona el partido de Rivera.

"La política no es un supermercado, no se venden productos que se puedan alterar de la noche a la mañana se vende ideas, se vende un proyecto para España y sigo creyendo en el mismo proyecto para España en el que creía hace cuatro años", apuntó el dimisionario.

Roldán lamenta que Ciudadanos haya abndonado su posición de centralidad política. "¿Cómo vamos a superar la dinámica de la confrontación entre rojos y azules que venimos a combatir, si nos convertimos en azules?", reflexionó en voz alta el hasta ahora diputado, muy crítico con la proximidad a Vox del que fue su partido.

"¿Cómo vamos a construir un proyecto liberal en España si no somos capaces de confrontarnos a la extrema derecha que está en las antípodas en todo lo que pensamos. Las nuevas metas en libertades individuales no las vamos a alcanzar de la manos de Vox, las reforma que necesita España tampoco van a venir de la mano de Iglesias", apuntó en una crítica abierta a los populismos de todo signo.

Además de ese cambio de posición, Roldán abandona por lo que considera la probable oportunidad perdida de que Ciudadanos contribuya a centrar un Gobierno futuro de Sánchez. "España tiene una oportunidad histórica para construir un Gobierno estable y sería un grave error desperdiciar esta oportunidad", señaló para añadir que "todas las estrategias políticas tienen costes pero en mi opinión los costes para España de la estrategia elegida por Ciudadanos son demasiado altos".

Roldán mencionó en su intervención a Luis Garicano, con el que asegura haber trabajado "desde la libertad, el máximo rigor analítico y la honestidad intelectual".

El eurodiputado de Ciudadanos encabeza la resistencia interna al nuevo giro del partido, aunque su trabajo en Bruselas lo mantendrá ahora a distancia de las tensiones internas del partido.

Garicano encabezó ayer junto a Javier Nart el intento de que Ciudadanos cambie de posición respecto a la investidura de Pedro Sánchez y acceda a abstenerse, lo que facilitaría que saliera presidente sin necesidad de recurrir a la abstención de los independentistas y sin necesitar el apoyo de Podemos. siempre que se abstuviera.

La votación de ayer rompió la unanimidad con la que toda la dirección respaldó a Rivera después de que en febrero optase, siguiendo los resultados de sus encuestas internas, por la estrategia electoral de vetar acuerdos con el PSOE.

El resultado ayer fue de 24 votos a favor de seguir en esa posición, cuatro en contra, los de Garicano, Javier Nart, Francisco Igea, líder de Castilla y León, y el responsable de política internacional, Fernando Maura, además de tres abstenciones.