Las bases de Barcelona en Comú (BC) avalaron ayer con el 71,43% de los votos que Colau vuelva a ser regidora gracias a un acuerdo con el PSC y a los votos sin contrapartida previa de los tres concejales de Cs controlados por el ex primer ministro francés Manuel Valls.

El resultado de la consulta allana el camino para que hoy, sábado, Colau alcance los 21 votos que marcan la mayoría absoluta, gracias a los diez de los comunes, los ocho del PSC y al menos tres de los seis del grupo que lidera Valls.

"Nuestra propuesta no era escoger entre ERC y el PSC, sino entre opciones de gobierno en las que una significaba la alcaldía y la otra no", sostuvo Colau, que admitió que la investidura a la que se someterá mañana no es "la que hubiera querido", pero la "fragmentación" del consistorio no deja otra opción.

Aseguró en este sentido no haber hablado recientemente con Valls: "No nos gusta que dependa nuestra investidura de esos votos. No es una situación que nos guste ni nos hubiéramos imaginado jamás", señaló.

El cabeza de lista del PSC, Jaume Collboni, confirmó que su formación votará a favor de la reelección de Colau para que pueda formar "un gobierno de coalición paritario" que abra una "nueva etapa" en la ciudad.

Collboni precisó que, al hablar de gobierno "paritario", se refiere a que el equipo que se forme deberá ser "corresponsable" a la hora de repartir las funciones, respetando la proporción de los ediles obtenidos; diez los comunes y ocho los socialistas.