Los líderes políticos comparten con sus electores la condición común de hipotecados, según muestra el registro de bienes que los diputados han tenido que realizar al comienzo de la legislatura. Albert Rivera, con una hipoteca total cercana a los 300.000 euros, y Pablo Iglesias, con un crédito pendiente cercano a los 500.00 por el chalet de Galapagar que comparte con Irene Montero, son los que presentan un mayor nivel de endeudamiento.

La mayoría de las declaraciones presentadas por quienes ya fueron diputados en la legislatura anterior no incluye sus ingresos como parlamentarios.

El que fuera vicepresidente mundial de Coca Cola, ahora diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto, es uno de los que todavía no registró de bienes. Fuentes de su partido lo justificaron ayer por la falta de la declaración del IRPF, tras la que hará pública su relación de propiedades. De Quintos sería titular de un patrimonio de 50 millones de euros, según "El Mundo".

El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, promotor inmobiliario, tampoco registró sus bienes. A falta de esas dos ausencias, dos ministros, Duque y Celaá, figuran entre los mayores patrimonios del Congreso, junto a la exministra del PP Isabel García Tejerina y el también diputado del PP Adolfo Suárez Illana. García Tejerina acaba de solicitar un préstamo hipotecario por un monto de 900.000 euros, el mayor de los que declaran el conjunto de los diputados.

Pese a encontrarse en prisión preventiva, el líder de ERC, Oriol Junqueras, percibió el año pasado cerca de 29.000 euros del Parlament y la Generalitat por su cargo de diputado autonómico y en concepto de indemnización como vicepresidente del Gobierno de Puigdemont.

Como curiosidad, Pedro Sánchez obtuvo un anticipo editorial de 16.666 euros por su libros "Manual de resistencia". Entre otras propiedades, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, es titular de un corral anexo a su casa en Soria, según su declaración.

La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo figura como una de las pocas que está libre de hipotecas. Ingresó el año pasado 50.966 euros por sus labores periodísticas y presenta una de las cuentas corrientes más abultadas, con un saldo de 397.244 euros. Dispone de un piso en Madrid y otro en Francia, comprados ambos en 2011.