El trámite de acreditación como diputados de los cuatro secesionistas electos se prolongó apenas una hora, pero estuvo rodeado de una enorme expectación, que no decaerá cuando hoy vuelvan a recorrer de nuevo, en un viaje de ida y vuelta, la distancia entre la prisión de Soto del Real y el Congreso para asistir a la constitución de la Cámara. Más discreto, Raül Romeva hizo lo mismo en el Senado.

El operativo policial desplegado fue bien visible en el exterior del edificio. A su llegada, en las comisarías de ambas cámaras hubo un cambio de custodia, con el relevo de la Guardia Civil por la Policía Nacional. Los presos estuvieron vigilados en todo momento por policías nacionales de paisano, miembros de la delegación del Congreso.

Acompañados por diputados de ERC y de JxCat, liderados por sus futuros portavoces, Gabriel Rufián y Laura Borrás, respectivamente, entregaron las credenciales que les acreditan como diputados elegidos en los comicios del 28 de abril. El primer trámite fue el registro de sus bienes y el registro de la información sobre sus actividades pasadas y presentes, además de los datos de cotización a la Seguridad Social. Sin embargo, ni el móvil ni la tableta les fueron entregados, puesto que no pueden hacer uso de ellos en la cárcel. Los nuevos parlamentarios recibieron la cartera del Congreso que, por orden judicial, no se pudieron llevar .

La Mesa del Congreso, que todavía preside Ana Pastor, rechazó ayer que los diputados en prisión puedan reunirse hoy con sus compañeros de grupo y atender a los medios de comunicación en la Cámara Baja. La negativa fue apoyada por PP, PSOE y Ciudadanos, mientras que Podemos mostró su desacuerdo. Junqueras y Romeva acatarán hoy la Constitución "por imperativo legal", pedirán su libertad y defenderán la república catalana.