El PSOE invitó ayer a PP y a Ciudadanos a abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez como presidente para eludir toda dependencia del secesionismo. Fue una respuesta al veto del Parlament a Miquel Iceta para convertirse en senador, que tuvo otra réplica en el anuncio de que los socialistas propondrá a dos catalanes para presidir ambas cámaras parlamentarias. Al frente del Congreso estará la ahora ministra Meritxell Batet mientras que Manuel Cruz ocupará en el Senado el lugar que Sánchez quería para Iceta. Como gesto hacia los grupos con los que quiere contar en la legislatura a punto de comenzar, el PSOE cederá un puesto en la mesa de la Cámara Alta al PNV, que se convertirá en árbitro del órgano rector de su actividad.

Como si fuera el reverso de lo ocurrido en 2016, cuando la resistencia de Sánchez a abstenerse ante la investidura de Rajoy terminó en una gran crisis interna del partido y en su renuncia al escaño, los socialistas reclamaban ayer a PP y a Ciudadanos su abstención para facilitar que el candidato socialista sea presidente. "Podría ser un servicio a España", argumentó la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá. Sin citar ni a los populares ni al partido de Rivera, Celaá añadió que "las fuerzas constitucionalistas recuerdan constantemente a la ciudadanía que no se debe contar con las fuerzas independentistas y pueden evitarlo absteniéndose en la investidura, como hizo el PSOE en su momento para aportar estabilidad al país". Al término de la reunión de la ejecutiva, el secretario de Organización, José Luis Ábalos fue más explícito: "No queremos depender de los independentistas". El ministro en funciones reclamó a PP y Ciudadanos que "por España y por la estabilidad... nos libren de esas dependencias".

Pedro Sánchez, quien desde ayer vuelve a ser diputado tras formalizar su acreditación a través de un intermediario, propuso en el órgano de dirección del partido los nombres de quienes estarán al frente de la cámaras en esta legislatura. Meritxell Batet se convertirá en la tercera autoridad del Estado en cuando el martes sea elegida presidenta del Congreso. En virtud del acuerdo entre PSOE y la formación de Iglesias, que les garantiza la mayoría en la Mesa de la Cámara, Gloria Elizo, de Podemos, será vicepresidenta primera, mientras que su compañero Gerardo Pisarello, hasta hace pocas semanas cargo de confianza de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ejercerá como secretario primero. Adriana Lastra continuará como portavoz de su grupo en el Congreso.

El filósofo Manuel Cruz, independiente en las listas del PSC, al Congreso en 2016 y ahora en la del Senado, será el nuevo presidente del Senado y la cuarta autoridad del Estado. Aunque los socialistas han dejado sin cubrir la plaza de Miquel Iceta, a la espera de que el Constitucional se pronuncie sobre su recurso por el nombramiento frustrado, la presidencia de Cruz no será interina y seguirá aunque finalmente el líder de los socialistas catalanes acceda a la Cámara Alta. Cristina Narbona, uno de los nombres que estaba en las quinielas para presidir el Senado, será la vicepresidenta. La mayoría absoluta le garantizaba al PSOE ocupar cinco de los siete puestos de la Mesa del Senado. Sin embargo, los socialistas se quedarán con tres, cederán uno al PP, que también tendrá tres, y otro al PNV, a quien cortejan como uno de sus socios estables durante la legislatura.

El independentismo recuperará la mayoría absoluta en el Parlament tras la renuncia de Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, obligada para convertirse en miembros del Congreso, un trámite que completarán el lunes. La suspensión de los tres en el momento del cierre de la instrucción de la causa por el proceso secesionista y la negativa de JxCat a que delegaran su voto dejó al soberanismo sin mayoría absoluta y supuso en la práctica la paralización de la Cámara catalana.