La Junta de Andalucía ha trasladado a Vox los datos que pidió sobre los trabajadores, médicos y psicólogos que integran los equipos de lucha contra la violencia de género, que reflejan que algo más del 40% no está colegiado, según informó ayer el vicepresidente del Gobierno andaluz, Juan Marín (Cs). Marín salió así al paso de unas declaraciones del líder andaluz de Vox, Francisco Serrano, que elevó ese porcentaje a más del 50 por ciento y aseguró que se trata de personal "no cualificado, sin ningún control ni responsabilidad deontológica".

Serrano resaltó que "la ley y el Tribunal Constitucional" exigen que los profesionales estén colegiados. El líder ultraderechista consideró que es la colegiación la que permite exigir responsabilidades deontológicas a los colegios profesionales, algo que ocurre en cualquier profesión. Para Serrano tiene que haber un colegio "donde tú puedas pedir después una sanción disciplinaria".

Marín replicó a Serrano que los trabajadores de violencia de género "tienen toda la preparación y capacidad necesaria para desarrollar su trabajo". El vicepresidente andaluz matizó que el dirigente de Vox "se confunde" porque "una cosa es no tener la titulación y otra no estar colegiado" y añadió que se han cursado a los interesados instrucciones para que se colegien.

Todo este intercambio dialéctico se produjo en los pasillos del Parlamento andaluz, donde la líder socialista andaluza, Susana Díaz, tachó de "bochornoso" que se hayan facilitado esos datos y acusó a PP y Cs de ceder a los "chantajes de la extrema derecha" para seguir gobernando "diez minutos más".