La Policía Nacional detuvo ayer en Barcelona a once personas en una operación que ha permitido desarticular una red que supuestamente facilitó la entrada ilegal en embarcaciones por las costas españolas de unos 350 inmigrantes asiáticos, que debían pagar entre 14.000 y 20.000 euros cada uno. La trama, que coordinaba el tráfico de inmigrantes por tres continentes, hasta su entrada en embarcaciones por las costas españolas, habría facilitado la llegada a España de, al menos, 350 ciudadanos asiáticos procedentes de Bangladés, Sri Lanka, Pakistán e India.