La mayoría de los barones de Podemos abogaron ayer por negociar o al menos abrir el diálogo con Íñigo Errejón y Más Madrid para evitar la fractura. El exdiputado y en otro tiempo "número dos" de Pablo Iglesias no acudió al Consejo Ciudadano Estatal para favorecer un acuerdo. El secretario general tampoco asomó por el cónclave, pero se dirigió a los reunidos por teléfono. Entre otras cosas, para abroncar a los partidarios de Errejón por no respetar los mecanismos de decisión de Podemos y aceptar la vía de los hechos consumados, es decir, defender desde ya la integración en la plataforma de Errejón y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La dirección, sin embargo, tiene otros planes: quiere cerrar su propia lista a la Comunidad de Madrid -no hará otro tanto para el Ayuntamiento- y, solo después de pactarla con sus socios, IU y Equo, buscar la manera de "confluir" con Más Madrid.

Con todo y con eso, antes de la celebración del Consejo Ciudadano Estatal Iglesias accedió a rebajar la tensión con Errejón que ha llevado a Podemos a su peor cisma y concedió que "Íñigo no es un traidor" y "debe ser un aliado". Aunque no se privó de recalcar que su antigua mano derecha se ha situado fuera del partido. Podemos no ha expulsado ni expedientado a Errejón, que sí ha renunciado al acta de diputado.

"Mientras una Asamblea Ciudadana no decida nuestra autodisolución o nuestro fin como referente electoral, en Podemos las decisiones las toman los inscritos y los espacios colectivos", afirmó Iglesias en un texto difundido a través de las redes sociales.

"Hacer las cosas en secreto, por sorpresa y sin contar con los espacios colectivos me parece incompatible con formar parte de Podemos". Y añade: "Con todo, es legítimo que, por la vía de los hechos consumados, haya compañeros que abandonen nuestra formación. Hay que asumirlo con naturalidad y madurez".

Después, por teléfono, Iglesias admitió que los integrantes de Más Madrid que siguen en el Consejo tienen muy buenos argumentos para defender que el tique "Manuela-Íñigo" es el mejor, pero les afeó que no abrieran antes ese debate dentro de Podemos. Iglesias insinuó que no lo hicieron porque temían perderlo y no iban a aceptar el resultado.

Pero en el cónclave fue manifiesto el deseo de los barones de buscar el acuerdo con Errejón para no agrandar la grieta. Incluso los secretarios generales de Castilla-La Mancha, Jose García Molina, y Extremadura, Álvaro Jaén, ambos "pablistas", apelaron al diálogo. Nacho Escartín, de Podemos Aragón, fue aún más claro: "Nadie puede pensar un espacio del cambio ganador en Madrid sin contar con Carmena y Errejón".

Jorge Moruno, el primero de los errejonistas, lo resumió en un concluyente: "En mayo, o más Gürtel o Más Madrid".