La Generalitat seguirá adelante con su plan de apertura de seis nuevas delegaciones en el extranjero pese al informe en contra del Ministerio de Asuntos Exteriores. El titular del departamento, Josep Borrell, reconoció ayer que el Gobierno no puede impedir que haya "embajadas" catalanas, aunque actuará contra ellas ante cualquier incumplimiento de la ley.

El informe de Exteriores, preceptivo pero no vinculante, es desfavorable a las seis nuevas delegaciones de la Generalitat por considerar que servirán "para apoyar fines manifiestamente contrarios a los principios y objetivos de la política exterior de España". "Solo podremos recurrir a los tribunales cuando las actuaciones que se desarrollen desde ahí sean contrarios a la ley", señaló ayer Borrell a su llegada a la inauguración del Foro Iberoamérica que preside el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez. Las delegaciones fueron un instrumento al servicio del proceso independentista, señaló el ministro, por lo que se cerraron cuando la Generalitat fue intervenida por el Gobierno central.

El conseller de Acción Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, ha considerado hoy que el informe del Ministerio de Asuntos Exteriores desfavorable a la creación de delegaciones catalanas en países extranjeros "es más un panfleto", con "exabruptos", "apriorismos" y "juicios de intenciones" sobre la Generalitat, que denota "una obsesión enfermiza" con Cataluña.

Maragall anunció que la semana próxima se inaugurará la delegación de la Generalitat en Estados Unidos (Washington). Después el Govern dará luz verde a abrir otras seis en fecha próxima: las de Portugal (Lisboa), países nórdicos (Estocolmo), países bálticos (Tallin), Mediterráneo (Beirut), Centro Europa (Viena) y Balcanes (Zagreb).