El juez que instruye la causa contra los rectores del procés, Pablo Llarena, dio ayer vía libre al traslado de los últimos políticos soberanistas presos que pidieron ser trasladados a cárceles de Cataluña: los diputados Josep Rull y Jordi Turull y el exconsejero Joaquim Forn.

Fuentes jurídicas dijeron que el juez del Supremo dio la misma respuesta que en el caso de los otros seis reclusos soberanistas, cuyo proceso de traslado ya está en marcha: que la decisión es competencia de Interior.

El exvicepresident Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart viajaron ayer por la mañana en un furgón, junto a otros 18 reclusos, hacia la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde pasaron la noche. Hoy emprenderán viaje a Can Brians, centro penitenciario en el que agentes de los Mossos d'Esquadra se harán cargo de conducir a los reclusos a la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), que es el destino, también, de Turull, Rull y Forn.

También la exconsejera Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell irán a una cárcel catalana: la prisión Puig de les Basses de Figueres (Girona). Pero no serán trasladadas a Cataluña hasta hoy; eso sí, irán directamente a su prisión de destino, sin hacer noche en Zuera.

Pintadas y lazos

Las entidades soberanistas Òmnium Cultural y ANC han convocado para la tarde de hoy una concentración ante la cárcel para recibir a Junqueras, Romeva, Sànchez y Cuixart. Los accesos a la prisión amanecieron con pintadas a favor de la liberación de los encarcelados y lazos amarillos pintados en el asfalto.

Además, ANC y Òmnium Cultural tenían previsto pagar hoy la fianza de 2,1 millones a los 14 exmiembros del Govern procesados, en concepto de responsabilidad civil.

El president, Joaquim Torra, admitió que le resulta "perverso" y le genera una "angustia profunda" que la Generalitat sea a partir de ahora la responsable de gestionar el encarcelamiento de los políticos soberanistas presos. Ante las dudas suscitadas en algunos partidos por esta circunstancia, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidió que no se siembre la desconfianza sobre la administración penitenciaria catalana.

Entre tanto, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ofreció al Govern un diálogo "abierto", "franco", "democrático" y "sin cortapisas", es decir, "con libertad". Calvo añadió que el día 9, cuando Pedro Sánchez y Joaquim Torra se reúnan en la Moncloa, el president podrá hablar "de lo que considere oportuno", incluido el referéndum, aunque no se privó de recordar que el "derecho a la autodeterminación no existe en ninguna Constitución de ninguna democracia". El portavoz de ERC, Joan Tardà, discrepó, pero no ocultó su satisfacción con las palabras de Calvo y se abrió a que su partido apoye hoy en el Congreso el decreto del Gobierno para renovar la cúpula de RTVE. Lo que no hizo sino elevar el tono de las críticas de Cs. Su líder, Albert Rivera, recordó que sí hay condiciones para iniciar un diálogo "en democracia" y consisten en mantenerse dentro de "la propia democracia".