En vez de una "cara" o un "nombre", un gestor cultural. Para variar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estuvo ayer al quite y, una vez consumada la dimisión de Màxim Huerta (con todos esos "amo a la cultura" en que se deshizo y con los que ilustró su enfado por tener que renunciar), anunció un sustituto que, por currículum y trayectoria, no parece elegido en atención a otra cosa que su idoneidad para el puesto.

Guirao es un experto en la gestión cultural desde los años noventa del pasado siglo. Y sus hitos así lo prueban. A su cargo ha tenido el Museo de Arte Reina Sofía, entre 1994 y 2001, y la dirección de La Casa Encendida, uno de los centros culturales más inquietos y con programación más variada de la capital. Hasta ahora, además, Guirao era director general de la Fundación Montemadrid.

Nacido en Pulpí (Almería), en 1959, se licenció en Filología Hispánica e inició su actividad política en 1983 como responsable del Área de Cultura de la Diputación Provincial de Almería, cargo en el que permaneció hasta 1987. En junio de 1988 fue nombrado director general de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, puesto desde el que acometió las reformas del Museo de Bellas Artes de Sevilla, la restauración de San Telmo y del monasterio de la Cartuja y dirigió el proyecto del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, que ahora se encuentra en fase de desarrollo.

En 1993 el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía admitió el cese que Guirao, a petición propia, como director general de Bienes Culturales. Y ese mismo año se trasladó a Madrid y fue nombrado director general de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura.

El 23 de septiembre de 1994 fue nombrado nuevo Director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en sustitución de María Corral. Fue director durante seis años, realizó la remodelación de la Colección Permanente y proyectó la ampliación de la pinacoteca.

La principal preocupación para Guirao fue que el Reina Sofía encontrara "su propio equilibrio y fuera capaz de generar productos propios e intercambiarlos". Su talante profesional y conciliador le hizo pasar de un Gobierno del PSOE a otro del PP, que le mantuvo dos años en el cargo.

En 2001 entró en La Casa Encendida, su gran proyecto, y donde creó un espacio social y cultural de referencia perteneciente entonces a la extinta Caja Madrid y, desde 2013, a la Fundación Montemadrid.

En 2013 fue nombrado director general de esta Fundación, cuya actividad se dirige a la mejora de la calidad de vida y la inclusión de personas en dificultad social. Guirao es también patrono de la Fundación Federico García Lorca y de la Fundación Antonio Gala, y profesor invitado del Máster de Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid.

Primeras declaraciones

Guirao afirmó anoche que entre sus prioridades están la Ley de Mecenazgo y la fiscalidad en el sector cultural, y se ha mostrado "reivindicativo" al reclamar un "mejor tratamiento" de las Humanidades en la educación.

En declaraciones a la Cadena Ser, Guirao ha reconocido que "los temas de fiscalidad" dependen del Ministerio de Hacienda, aunque ha afirmado que hay que seguir trabajando para que el IVA baje en los ámbitos culturales.

"Está claro que el sector cultural viene reclamando esto desde hace mucho tiempo, y hay que ponerse para intentarlo", ha manifestado. Asimismo ha asegurado que "hay que apoyar" a la selección española de fútbol después del cese de Julen Lopetegui y ha asegurado que le "encantaría ir a Rusia" para asistir al Mundial.