Austria e Italia, puntales ahora mismo en la defensa de las restricciones migratorias en la UE, se encontraron ayer con un nuevo aliado, el ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, líder de la CSU (los socios bávaros de la canciller democristiana alemana, Angela Merkel). El canciller austriaco, Sebastian Kurz, anunció en Viena que los ministros de Interior de los tres países crearán un "eje de voluntarios" para frenar la inmigración clandestina.

El llamado Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, Chequia y Eslovaquia) mantiene posturas aún más radicales basadas en un rechazo frontal a cualquier acogida de inmigrantes.