La Xunta y el Parlamento de Galicia, con mayoría de representantes del PP, respaldaron ayer la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de acoger a los inmigrantes rescatados en el mar Mediterráneo.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, calificó de "acierto" la postura del Gobierno español y dijo que la Administración gallega se pone a su disposición "en todo aquello que hiciera falta" para ayudar a los 629 inmigrantes que fueron rechazados por las autoridades de Italia y de Malta.

Rueda señaló que, al tratarse de una cuestión humanitaria, "no admite ninguna discusión que se ha hecho lo que se tenía que hacer", sin menoscabo de que también haya que reclamar "una coordinación a nivel europeo" para hacer frente a estas situaciones.

Todos los grupos del Parlamento autonómico respaldaron la acogida, aunque la oposición reclamó al Ejecutivo gallego saber las condiciones de su ofrecimiento, en tanto que se trata de compromisos que en ocasiones anteriores no fueron cumplidos.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, aseguró por su parte, que "todo lo que sea tener un comportamiento humanitario es bienvenido siempre".

"Todo lo que sea ayudar a las personas que lo necesitan y todo lo que sea tener un comportamiento humanitario es bienvenido siempre", declaró Pastor a su llegada a la reunión de la Mesa de la Cámara.

Con sus respectivas declaraciones, tanto el Gobierno de Feijóo como la presidenta del Congreso se desmarcaron de la postura defendida por la mañana por el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, que en una entrevista en "Los Desayunos de TVE" advirtió al Gobierno de que abrir los puertos a la inmigración puede ser "muy peligroso" e insistió en que "esto no puede ser un coladero".

Maíllo recordó que en 2017 en España entraron más de 28.000 personas de manera irregular "y aumentaron un 116 por ciento los que llegaron por el mar".