El PP puede arreglar su futuro, enderezar su rumbo con la elección de Alberto Núñez Feijóo como sucesor de Mariano Rajoy, pero ¿qué pasaría entonces en Galicia? ¿Dejaría Feijóo la presidencia de la Xunta y del PPdeG? ¿Se abriria ya la sucesión en Galicia, con las miradas puestas en el vicepresidente Alfonso Rueda y el portavoz parlamentario Pedro Puy? ¿Quién sería el candidato a la Xunta en 2020?

En el PPdeG son remisos a contestar estas y otras preguntas. Sin embargo, todos admiten que Feijóo es "el favorito", "el mejor posicionado," "el que tiene mejor currículo y más apoyos" para tomar las riendas del PP, y que es "posible, pero que muy posible" que en julio haya otro gallego en la séptima planta de Génova.

Como Feijóo deshojando la margarita -al menos hasta hoy- los suyos en privado ya empezaban a dibujar los posibles escenarios de la era post-Feijóo en Galicia. Y la unanimidad de dar casi por hecho el desembarco del líder gallego en Madrid no se da al apuntar qué pasará en la comunidad después.

Unos son partidarios de que al menos durante un tiempo compagine la Xunta con la dirección del PP, y otros apuntan que "lo mejor" es que opte por dedicarse "en exclusiva" a recomponer el PP para ganar las próximas elecciones generales, que como muy tarde serán en 2020. "Podría ser nombrado senador de designación autonómica, y desde ahí ser elegido portavoz del PP en la Cámara Alta", propone un dirigente del PP gallego.

La posibilidad de que dimita como presidente de la Xunta para centrarse en su nueva labor, jefe de la oposición en España, abriría el frente de su sucesión. El grupo parlamentario debería reunirse y entre sus diputados elegir a uno para relevar a Feijóo, al frente de San Caetano. Porque en Galicia, el titular del Gobierno autonómico se elige entre los parlamentarios. Por supuesto, los presidentes provinciales del partido tendrían algo que decir en una decisión tan trascendental. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, sería el mejor posicionado, precisamente por ser ya el número dos del Ejecutivo autonómico,apuntan fuentes populares. El otro nombre que surge siempre en las quinielas es el del portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, que también siempre se que se le pregunta se descarta para el puesto.

El elegido para cubrir el hueco no tendría que ser necesariamente después el candidato del PPdeG a la Xunta en los comicios de 2020. Un dirigente del PP gallego apunta: "Se podría hacer un Garrido", en alusión al ahora presidente de la Comunidad de Madrid, en sustitución de la dimitida Cristina Cifuentes. Era su portavoz y consejero de Presidencia, pero se descarta que sea el candidato en las elecciones del próximo año.

Otra hipótesis es que Feijóo intente compaginar la responsabilidad de San Caetano con la presidencia del PP. La semana pasada todavía Feijóo, al ser preguntado por sus aspiraciones, ratificaba que su compromiso con los gallegos es hasta 2020 y que tenía intención de cumplirlo. Podría mantener su palabra si compatibiliza la Xunta y la dirección del PP nacional hasta después de las elecciones municipales y autonómicas de 2019, observan en el PPdeG. "Es legal y existen precedentes", apunta un dirigente del PP gallego. Recuerda el caso de María Dolores de Cospedal, que fue secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha. "En la era de los móviles y las nuevas tecnologías, el presidente del PP no tiene que estar en Génova", comentan fuentes populares, y observan que en Estados Unidos los gobernadores que optan a la presidencia de la nación no renuncian a su cargo de gobernador.

"Es un mal negocio. La Xunta exige 24 horas y ser el líder de la oposición en España también. En el caso de Cospedal era secretaria general, no presidenta, y entonces el PP estaba en el Gobierno. Son supuestos diferentes. Es imposible compaginar ambas responsabilidades. Sería esquizofrénico ser al tiempo presidente de una comunidad y azote del Gobierno. Lo que puede decir el líder de la oposición, a veces no lo puede afirmar un presidente autonómico, lo que es bueno para una comunidad no tiene por qué ser bueno para el país", razona un dirigente gallego.

En el PPdeG pensaban que habría más tiempo, que el congreso sería después del verano, incluso a finales de año, así que la marcha precipitada de Rajoy les ha pillado por sorpresa, y el plan B, de ser necesario activarlo, está todavía en pañales.

En todo caso, encaran el futuro con optimismo. No ven la posible marcha de Feijóo a Madrid como un problema para el PPdeG, y sus posibilidades electorales. Al contrario. "En las elecciones municipales nos puede favorecer tener a Feijóo como presidente nacional, su proclamación tendría un efecto positivo", expone un dirigente.

Otro añade: "Es el momento idóneo para la marcha del presidente de la Xunta. Su hiperliderazgo será difícil de sustituir, pero tenemos la ventaja de que la oposición nos lo pone muy fácil. Sería más complicado si enfrente tuviéramos una alternativa pisándonos los talones".