El Tribunal Constitucional (TC) se reunirá en un pleno ordinario la próxima semana, los días 6 y 7, en paralelo a la celebración del pleno del Parlament de Cataluña. La convocatoria tiene como objetivo proceder a la suspensión de la Ley del Referéndum o la de Transitoriedad en el mismo momento de su aprobación por la cámara catalana.

Las dos leyes de la desconexión catalana se encuentran pendientes de someterse al Parlament y la mesa de la institución ha evitado hasta ahora tramitarlas, pese a que la ley del Referéndum se registró hace ya un mes. Los miembros de la mesa, controlada por los soberanistas, intentan evitar así la presión legal sobre sus miembros, que podría desembocar en la inhabilitación de la propia presidenta, Carme Forcadell, quien ayer rechazaba poner fecha concreta al debate de las leyes de desconexión. "Se hará próximamente", manifestaba Forcadell. Mientras, la portavoz de JxSí, Marta Rovira, asegura que el pleno de la semana próxima es "ideal" para sacar adelante la norma con la que se pretende dar cobertura legal a la consulta del 1 de octubre. Las dos leyes podrían someterse a la cámara catalana pese a no estar en el orden del día, merced a un artículo del reglamento que permite que se debatan aquellos asuntos no previstos si lo solicitan dos grupos parlamentario y lo apoya la mayoría. Ante esa eventualidad, el Tribunal Constitucional actuará de forma inmediata puesto que por estar reunido en un pleno ordinario puede incorporar nuevos asuntos al orden del día.

Decreto Ley

Otra alternativa para aprobar la ley del Referéndum, la de mayor urgencia por la proximidad de la consulta, sería el decreto ley del Ejecutivo de Carles Puigdemont. En cualquier caso, el Govern ya anunció que desoirá la resolución del Constitucional "con todas las consecuencias" si el tribunal anula la ley de Referéndum y que solo "obedecerá el mandato" del Parlament.

La idoneidad de la semana próxima para dar curso a la leyes de la desconexión reside también en su proximidad a la "Diada" del 11 de septiembre, que las entidades independentistas que trabajan en su desarrollo prevén multitudinaria al tener ya formalizadas 200.000 inscripciones y reservados 1.400 autobuses. El presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, presentó ayer la manifestación independentista como la "primera parte" de la consulta del 1 de octubre y llamó a movilizarse para que referéndum no llegue "cojo".