El Parlamento catalán llevó el 8 de abril de 2014 una proposición de ley al Congreso para celebrar una consulta soberanista sobre el futuro político de Cataluña, que fue rechazada por 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención. La propuesta pedía al Gobierno que transfiriese a la Generalitat la competencia para convocar un referéndum de autodeterminación, recurriendo al artículo 150.2 de la Constitución, que regula las transferencias de competencias a las comunidades.

Pese al rechazo del Congreso a la proposición de ley, la Generalitat y los partidos soberanistas insistieron en la consulta, que acabó celebrándose el 9 de noviembre de ese año a través de un proceso participativo en el que fueron a votar más de dos millones de personas.

Ese proceso ha causado este año la inhabilitación de cuatros miembros de aquel Govern: el expresidente Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y los exconsellers Irene Rigau y Francesc Homs. Tres políticos catalanes fueron los encargados de defender la proposición de ley: el entonces portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull; la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y el entonces líder de ICV, Joan Herrera. Los tres aseguraron que la consulta era "legal, posible y necesaria". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, replicó que celebrar un referéndum es "competencia exclusiva" del Estado y añadió que "la soberanía española, corresponde a todos los españoles", aseveró el mandatario.