La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, vio satisfecha ayer su recomendación, hecha días atrás, a Esperanza Aguirre de que abandonara su cargo de concejala y portavoz de la oposición. La renuncia de Aguirre demuestra que "todo un Gobierno y el PP se sostenían en una trama criminal", señalaba ayer Carmena, para quien "el cáncer de la democracia es la corrupción".

La gestora del PSOE disparaba por elevación hacia el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, -quien conoció la renuncia de Aguirre durante su visita oficial a Brasil- y criticó en un comunicado su "escapismo".

"El PP que preside tiene un problema grave, en forma de una corrupción persistente que ha viciado su financiación durante decenas de años y ante la que el presidente no ha ofrecido ningún tipo de explicación a una opinión pública atónita", recrimina a Rajoy la dirección provisional de los socialistas.

"No es el caso Aguirre, es el caso PP", afirmaba por su parte la portavoz municipal de Ciudadanos en Madrid, Begoña Villacís, para quien el PP "es un partido que está dispuesto a sacrificar a peones" e "incluso a reinas buscando su propia supervivencia".Para Villacís, la dimisión de Aguirre no sorprende "a nadie", ya que "de vez en cuando hay que asumir responsabilidades políticas".