La vida intensa de Carme Chacón, la primera mujer que llegó a ministra de Defensa en España, se sustentaba sobre un motor de ritmo lento, un corazón que latía a sólo 35 pulsaciones por minuto como consecuencia de una cardiopatía congénita. Su presentimiento, tantas veces expresado, de que tendría una muerte temprana y súbita se cumplió ayer, cuando Chacón fue hallada muerta a los 46 años en su domicilio madrileño. La policía y los bomberos la encontraron al acceder a la vivienda a instancias de una persona próxima, que alertó de que no conseguía poner en contacto con ella.

Nacida de forma prematura en 1971 en Esplugues de Llobregat (Barcelona), Chacón tenía detrás una historia de superación personal de un "corazón al revés" que, según las previsiones médicas, iba a suponer una importante limitación física en su vida e incluso podía dificultar su maternidad. "Tengo un ventrículo obturado en un corazón que está al revés, pero hago una vida totalmente normal", contaba con frecuencia.

Con antecedentes familiares republicanos, hija de un emigrante andaluz, arquitecto técnico y bombero, y de una abogada catalana, Chacón se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona, mientras trabajaba de dependienta en unos grandes almacenes. Su temprana vocación política la llevó al entorno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando pocos en el PSOE apostaban que llegaría a la presidencia del Gobierno. De fuertes convicciones, con fama de fría y distante, Chacón se convirtió en la ministra más joven de la democracia al acceder con 36 años a la cartera de Vivienda, donde se ocupó de una de las medidas más novedosas de aquel primer Ejecutivo, la implantación de la renta de emancipación, destinada a incentivar que los jóvenes abandonaran el hogar familiar.

Pero todavía tenía pendientes otros techos de cristal, que rompió al convertirse en la primera ministra de Defensa, un papel al que imprimió una especial carga simbólica: superando las limitaciones de su cardiopatía, embarazada de su hijo Miquel pasaba revista a la tropas, una imagen que llegó a convertirse en habitual. Un medio como el militar, dominado por los hombres y las formalidades, brindó a Chacón ocasiones para templarse en la ruptura de moldes, como cuando, por sugerencia de la asturiana Magali Yus, acudió a la celebración de la Pascua Militar con traje de chaqueta y pantalón, en contra de la exigencia protocolaria de vestido largo. "Tremendamente impresionado" por su muerte, el exjefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) José Julio Rodríguez, hoy en las filas de Podemos, recordaba ayer a Chacón como "una gran política y mejor persona".

Después de la salida de los socialistas del Gobierno, la carrera de Chacón fue una suma de fracasos en lo político. En 2012 perdió por 22 votos frente a Alfredo Pérez Rubalcaba en la batalla para liderar el PSOE. Con la sensación de que "molestaba" en el partido, distanciada de la dirección, dejó el Congreso y se fue a Estados Unidos para ejercer como profesora en la Universidad Miami Dade College.

Después de algunas tensiones con la dirección del PSC, la exministra lideró por última vez la lista de los socialistas catalanes -a cuyo frente llegó obtener el éxito de 25 diputado en 2008- en diciembre de 2015. Después de cosechar los resultados en la historia del PSC, renunció a entrar en la candidatura electoral para los comicios repetidos de junio pasado, a lo que también contribuyeron sus diferencias con Pedro Sánchez. Chacón, que ahora ejercía en un despacho de abogados, estaba entre los 17 miembros de la Ejecutiva Federal del partido que dimitieron para provocar la salida del ex secretario general en octubre pasado.

Su muerte súbita conmocionó ayer al mundo de la política y las instituciones y tuvo el efecto incluso de silenciar por una horas la batalla interna del PSOE al suspender los aspirantes a liderar el partido sus actos de campaña.