La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reivindicó ayer su labor y la del partido estos años en los que los populares, subrayó, han sido "faro y pararrayos" del Gobierno, han defendido sus "duras" medidas y han asumido "solidariamente" el "desgaste".

El congreso nacional del PP comenzó ayer en Madrid con la incógnita aún de si Mariano Rajoy mantendrá a toda su cúpula, incluida a Cospedal, o hará algún cambio o nombramiento relevante, algo que, como ha admitido el propio presidente del Gobierno y líder del PP, anunciará hoy.

La continuidad de la secretaria general queda solo a expensas de ese organigrama al quedar rechazadas, por la mínima, las enmiendas que pretendían limitar la acumulación de cargos en el partido y el Gobierno.

Con todo, Cospedal hizo ayer por la tarde un balance de su gestión que fue, esencialmente, una defensa de su trabajo y el del partido en estos años de crisis.

Años en los que al PP le ha tocado defender todas las medidas que tomaba el Ejecutivo, incluidas las que estaban, admitió la secretaria general, en las "antípodas" de su programa electoral.

"El PP fue faro y pararrayos de nuestro Gobierno, este era nuestro papel y lo cumplimos con creces", proclamó Cospedal en su discurso ante Rajoy y el resto de dirigentes del partido en el plenario del congreso.

Añadió que todo el partido, desde sus bases a sus dirigentes, asumió "solidariamente" el "desgaste" que conllevó la gestión de la crisis, mientras defendía, siempre "en soledad", las medidas "más impopulares" que un gobierno ha tomado "nunca".

En un día en el que se conoció la primera sentencia de la rama valenciana del caso Gürtel, un asunto que la mayoría de dirigentes del PP consideran que no ensombrecerá el congreso, Cospedal se refirió a la corrupción en general.

Puso en valor el modo en que su partido ha afrontado los casos de corrupción que le han afectado, con medidas para evitar que se repitan, aunque sí reconoció que al PP le faltó agilidad para reaccionar ante algunos de estos casos, porque les parecía "imposible" que se pudieran producir.

"En alguna ocasión no fuimos lo ágiles que la sociedad demandaba. Otros nunca han sido ágiles", dijo Cospedal, quien constrastó la actuación irregular de algunas personas con la labor "limpia, transparente, honesta y muchas veces altruista" de miles de cargos del PP.

Para ella, la gente de su partido ha vivido "a miles de años luz de cualquier corruptela política", se ha hecho "de la necesidad virtud" y se han aprobado en los últimos años muchas iniciativas para facilitar la transparencia y evitar la corrupción.

Además, en su defensa de la presunción de inocencia, Cospedal advirtió de que no se puede llegar al "extremo" de permitir que se "usen los tribunales" para atacar carreras políticas "si no hay causa cierta y conocida".

"A veces es más fácil ser buenos que ser justos y a veces es más cómodo dejarse llevar por la marea que mantenerse firmes siendo ecuánimes", añadió.

En este congreso que va a coincidir hoy y mañana con la asamblea de Podemos, Cospedal aprovechó para criticar a la formación de Pablo Iglesias y asegurar que el PP está unido.

Así, contrapuso la unidad del PP, "única" entre las organizaciones políticas españolas, con la situación de los "Pimpinela de Vistalegre".

Aseguró además que los populares se llevan "bien" y anteponen el proyecto a los "nombres propios" o los "personalismos".

"Han intentado agrietarnos enemistarnos, partirnos, fracturarnos... ¿Pero quién ha pensado que nosotros vamos a ser como los Pimpinela de Vistalegre?", dijo.

Todo en un discurso en el que María Dolores de Cospedal tuvo un recuerdo emotivo que hizo ponerse en pie y aplaudir a todo el plenario: el de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, fallecida hace unos meses después de haber abandonado el partido por su imputación en el caso de supuesto blanqueo de dinero en el grupo municipal del PP en esa ciudad.

Así, tras citar a varios de los fallecidos estos años, que según dijo "tanta huella" han dejado a todo el partido, Cospedal añadió emocionada: "Se nos vendrán a la cabeza muchos otros. A mí se me viene el nombre de Rita".

Una mención que puso en pie a todo el plenario, que aplaudió durante un rato las palabras de Cospedal, quien antes de irse admitió que el partido ha podido cometer errores estos años pero ha trabajado siempre, dijo, "desde el corazón".

Presencia gallega

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, encabeza desde ayer la "potente delegación" gallega en el cónclave popular, conformada por 320 compromisarios y los dirigentes invitados.

El líder del PPdeG es, además, redactor de una de las ponencias a debate en el cónclave -la económica y territorial- en un escenario de arranque de la "recuperación", en el que la financiación autonómica está en el foco del debate y también las reivindicaciones soberanistas de Cataluña.