ElPP quiere aprovechar la debilidad del PSOE para que la previsible decisión de los socialistas de abrir paso a un nuevo ejecutivo de Mariano Rajoy lleve como complemento un acuerdo que garantice la gobernabilidad. El primer paso es que los socialistas resuelvan sus discrepancias internas sobre la abstención ante el candidato Rajoy en un hipotético debate de investidura, que tendría que celebrarse antes del próximo 31 de octubre.

Los populares aseguran que no desean una nueva convocatoria electoral, pero no se conforman ya con una abstención técnica de los socialistas y exigen garantías de gobernabilidad a medio plazo. Entre dichas garantías figurarían el respaldo a los presupuestos generales del Estado del próximo año.

Como posición oficial, el PP quiere evitar un nuevo llamamiento de los españoles a la urnas, como insistió ayer el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando. Esperan que el PSOE "cambie su tesis" y permita un acuerdo que lleve a "un gobierno que gobierne y un legislativo que legisle", apuntó Hernando en lo que puede atisbarse una petición de garantías de continuidad del Ejecutivo de Rajoy.

En un tono más suave del que usa habitualmente en sus intervenciones, Rafael Hernando se resistió a anticipar las posibles exigencias futuras de los populares a los socialistas. Considera necesario, sin embargo, que España tenga un presupuesto y la posibilidad de aprobarlo es "algo importante" para su partido , sin que con ello pretenda "condicionar" una futura negociación con los socialistas.

Desde la dirección del PP hay quien también advierte de la conveniencia de evitar la tentación de aprovechar al máximo la debilidad de los socialistas. Para este sector, sentados a la mesa el PP puede reclamar compromisos para garantizar la gobernabilidad, pero reconocen que los socialistas también llevarán sus demandas, forzados por el hecho de que tendrán que "vestir" el paso del "no es no" a una posible abstención ante Rajoy.

Frente a quienes especulan con ir a unos terceros comicios si el PP no consigue del PSOE más compromiso que la abstención técnica, un dirigente del partido, citado ayer por la agencia Efe, advierte de que las elecciones "las carga el diablo". Y añade que sería complicado para el PP justificar una nueva cita con las urnas a pesar de contar con la abstención socialista.

Para el portavoz popular en el Congreso, a quien de verdad le interesa una vuelta a las urnas es a Podemos, que quiere utilizar "la descomposición y los problemas internos del PSOE" para mejorar sus resultados.

Hay interlocutor

Lo que sí reconocen los populares es un cambio sustancial en las relaciones son los socialistas: ahora hay con quien hablar. Mariano Rajoy ha encontrado en Javier Fernández un interlocutor "válido" y "legítimo", que se pone al teléfono y con el que está emplazado para hablar en el futuro, a medida que se despejen las incógnitas internas que el PSOE tiene ahora sobre la mesa. Los socialistas piden ahora de forma expresa a los populares "tiempo" para que se apacigüe el clima interno del partido y se pueda abrir un proceso de negociación. Mientras tanto, corre el calendario hacia el 31 de octubre, la fecha de caducidad de la legislatura si no hay Gobierno.