Una operación coordinada de las policías española y marroquí permitió ayer desmantelar una célula de captación y adoctrinamiento de menores de Ceuta para engrosar las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI). El resultado fue la detención de tres personas en la ciudad autónoma -una de las cuales estuvo presa en el penal estadounidense de Guantánamo- y una cuarta en Nador (Marruecos).

El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, explicó que este expreso de Guantánamo "se había adiestrado en Afganistán, en combate", fue detenido en 2002 y recluido durante dos años en la prisión norteamericana en suelo cubano, tras lo que, en 2004, "vino a España".

Posteriormente, fuentes de la lucha antiterrorista citadas por "Europa Press" identificaron al detenido como el ceutí Hamed Abderrahaman Ahmed, de 41 años y conocido como "el talibán español".

Tras su regreso a España, Abderrahaman fue detenido el 12 de febrero de 2004 y permaneció en la cárcel hasta el 13 de julio de ese mismo año, cuando quedó en libertad provisional. En octubre de 2005, la Audiencia Nacional le condenó a seis años de cárcel por un delito de integración en Al Qaeda.

Fernández Díaz, reveló que los cuatro yihadistas arrestados "pertenecían a un grupo fuertemente radicalizado y adoctrinado que estaba decidido y con firme voluntad de actuar ya en territorio nacional".

Según el ministro, los cuatro "tenían avanzadas gestiones y fechas para la adquisición de armas y material, que eventualmente sirviera para fabricar explosivos destinados a la comisión de atentados terroristas".

Se trata, añadió, de una "célula que estaba especialmente dedicada a adoctrinar, reclutar y facilitar el desplazamiento para la integración" en el EI "y combatir como terroristas en la zona de conflicto de Siria e Irak".

De otro de los arrestados, destaca Interior su papel "carismático y doctrinal" entre la comunidad radical islámica, y su decisión de inmolarse, como ya hiciera su hermano, que falleció en un ataque suicida en Siria.