El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no se privó ayer de recordar que el Gobierno siempre contará con la Guardia Civil para defender la unidad de España. Una cuestión con la que dijo que "no se juega". El ministro recordó que la Guardia Civil "es una institución nacida para proteger la Constitución, que tiene su fundamento en la indisoluble unidad de España".

"En la Guardia Civil, y para salvaguardar estos valores, tiene el Gobierno un instrumento siempre a sus órdenes", reiteró.

Fernández Díaz hizo estas afirmaciones durante su discurso en un acto de la Guardia Civil celebrado en Aranjuez (Madrid), donde entregó los despachos a 176 nuevos tenientes del Instituto Armado. Preguntado después por los informadores por la relación entre sus palabras y el desafío independentista, confirmado el domingo por el nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, explicó: "No he hecho sino recordar en un acto tan solemne y significativo algo que todo el mundo conoce: la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de España, y la Guardia Civil está siempre a las órdenes del Gobierno desde la neutralidad". Y citó el himno del Cuerpo, que dice que el Instituto Armado vela por el orden y la ley.

"La Ley tiene un instrumento del Estado para defenderla en todo momento y en todas las circunstancias. En un acto de estas características me ha parecido conveniente remarcarlo", insistió Fernández Díaz.

Además advirtió que el Ejecutivo, pese a estar en funciones, cuenta con "todas" las competencias para frenar el desafío soberanista: "El Gobierno está en funciones, pero no en funciones limitadas para preservar el ordenamiento constitucional", avisó.

Negó, eso sí, que Interior cuente con algún plan específico, aunque también reconoció que "estas cosas, como es evidente, no se hablan". "No tengo ninguna indicación (del presidente) en particular, pero si la tuviera tampoco la diría", admitió.

Por la Diagonal

Los periodistas no perdieron la oportunidad de preguntar al ministro si aún mantiene que no se verá a la Guardia Civil desfilando por la Diagonal de Barcelona, como él mismo descartó hace unos meses; pero en esta ocasión el titular de Interior no fue tan claro. Se limitó a abogar por una respuesta "proporcional, con prudencia, pero con firmeza".

Del discurso de investidura de Puigdemont, quien asumió explícitamente el programa de ruptura con España heredado de su predecesor, Artur Mas, el Ministro dijo que "las palabras se las lleva el viento" y que "obras son amores y no buenas razones". "Una cosa es hablar y otra actuar".

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, advirtió al mandatario electo catalán que el Tribunal Constitucional (TC) tiene capacidad para hacer cumplir sus resoluciones y que "cualquier cargo público" que las incumpla tendrá que atenerse a consecuencias administrativas e incluso penales.

A diferencia del PP, Podemos y el PSOE se mostraron abiertos al diálogo con el nuevo president, pese a que los socialistas respaldan sin fisuras al Gobierno en la defensa del orden constitucional. Así, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que ayer recibió una llamada de Mariano Rajoy, le "sugirió" que telefonee a Puigdemont para que "al menos conversen", porque "ni el unilateralismo ni el inmovilismo aportan soluciones", y "el diálogo es la actitud más eficaz para solucionar los problemas".

De su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ofreció "diálogo", "diálogo" y "diálogo" al nuevo presidente de la Generalitat, y pidió formalmente a Rajoy, que "haga lo mismo" y que "normalice las relaciones" con él.

Pero la elección de president ha deteriorado aún más la relación entre las instituciones catalanes y las españolas. De hecho, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, tuvo que comunicar por correo electrónico al Rey la investidura de Puigdemont por expresa petición de la Casa del Rey, que, previamente, había remitido a la Cámara un mensaje para pedir que la designación le fuera trasladada por escrito.

El Parlament solicitó el domingo una audiencia para que Forcadell comunicara ayer al Rey, de manera presencial, la investidura.

En la anterior legislatura, la entonces presidenta del Parlament, Núria de Gispert, comunicó vía telemática al Rey Juan Carlos el nombramiento de Mas, debido a que el monarca estaba convaleciente de una operación, pero lo habitual es hacer esta comunicación de forma personal.

Además, el Rey firmó ayer dos decretos que recogen el cese de Artur Mas como presidente de la Generalitat y el nombramiento de Carles Puigdemont como su sucesor, los cuales serán publicados mañana por el Boletín Oficial del Estado (BOE).