Un Gobierno de "amplio espectro" en el que tendrían sitio PSOE y Ciudadanos.Esa es la propuesta del presidente en funciones, Mariano Rajoy, para desbloquear la compleja situación política. El líder del PP no descarta que un socialista pudiera ser vicepresidente de ese Ejecutivo en el que podría haber ministros de Ciudadanos, pero eso "son los detalles. Habría que hablarlo", explicó ayer en el Palacio de la Moncloa tras la última reunión del Consejo de Ministros del año.

Rajoy restó importancia al "no" de Pedro Sánchez a su investidura porque solo era un encuentro dentro de su primera ronda de contactos con los líderes de los tres mayores grupos parlamentarios para anunciarles su propósito de intentar formar Gobierno.

Ante la dificultad de conseguirlo en solitario, Rajoy apunta a las zonas comunes de distintas opciones políticas que juntas aglutinan a una amplia mayoría de ciudadanos coincidentes en apoyar la defensa de la unidad de España, la igualdad de todos los españoles, el papel de España en la UE, la consolidación de la recuperación económica o la lucha contra el terrorismo.

A la vista de esas coincidencias, considera que "lo más razonable y lo que más se ajusta la voluntad mayoritaria es formar un Gobierno de amplio apoyo parlamentario que pueda gobernar". Lo importante, señaló, es que haya un Ejecutivo de los que coinciden en los grandes asuntos y que contaría con el respaldo de "más de 200 diputados". La suma de los escaños del PP, PSOE y Ciudadanos asciende a 253 parlamentarios.

Intereses generales

Fuera de esa opción, Rajoy considera que no existe ninguna alternativa buena. Un Gobierno del PSOE con los distintos grupos de Podemos más ERC, IU y el partido de Artur Mas sería "muy malo para los intereses generales de los españoles" aunque pueda ser "bueno para alguien", señaló. La repetición de las elecciones resulta una mala solución, pero si se llegara a ella, advierte con antelación que él desea ser el candidato del PP. La posibilidad de que renuncie para que otro dirigente del PP intente formar Gobierno es un asunto que "no está ni siquiera planteado".

El líder del PP habló ya con el lehendakari, Íñigo Urkullu, y lo hará con otras fuerzas políticas. Dejará fuera a Convergencia porque considera inútil pedir apoyo a partidos que quieren la ruptura con España.

La presidenta del grupo de Ciudadanos (C's) en el Parlamento de Cataluña, Inés Arrimadas, descartó ayer que su partido pueda entrar en un Gobierno del PP, aunque serán una oposición "responsable" y facilitarán la investidura de Rajoy si el PSOE también se abstiene. "No vamos a entrar en un Gobierno que no sea el nuestro, que no lo encabecemos nosotros. Es un Gobierno en el que no creeríamos, no es nuestro proyecto", afirmó la líder catalana.