El Gobierno calcula que la tasa de paro, que no bajará del 25% ciento hasta 2016, podría descender diez puntos entre 2017 y 2019, año en el que el nivel de desempleo se situaría en el 14,9 de la población activa.

Se trata de un ejercicio a largo plazo incluido en el programa de estabilidad para 2013-2016, que no tiene "carácter de previsiones económicas en sentido estricto", según advierte el Ejecutivo, ya que se han obtenido prolongando las tendencias de las principales variables hasta 2016. De acuerdo con esas proyecciones, la tasa de paro bajaría del 24,8 por ciento en 2016 al 22 en 2017 y al 18,6 por ciento en 2018. Para ese período la economía ya estaría creciendo a un ritmo superior al 2% anual (2,5% en 2017, 2,8% en 2018 y 3,2% en 2019).

Dicho crecimiento permitiría un aumento en el número de ocupados del 2,2 por ciento en 2017, el 2,5 en 2018 y el 2,9 en 2019. En este escenario el superávit presupuestario se conseguiría en 2018 (0,6 del PIB) y 2019 (2,1 por ciento), después de un último año de déficit público en 2017 (0,9 por ciento). Paralelamente, el nivel de deuda disminuiría desde el 99,8 por ciento del PIB en 2016 al 85,6 en 2019, tras registrar el 96,9 en 2017 y el 92,2 por ciento en 2018.