De acuerdo con los hechos expuestos en el escrito del fiscal, el 10 de diciembre de 1995 Otegi conducía a velocidad excesiva en dirección a su caserío de Itsasondo (Guipúzcoa), tras pasar la noche en un concierto de rock, un comportamiento que llamó la atención de una patrulla de la Ertzaintza, compuesta por José Luis González e Ignacio Jesús Mendiluce.

La patrulla le siguió hasta el caserío y una vez allí se bajaron del coche con el fin de practicar las diligencias referidas a su "anómala manera" de conducir.

Fue entonces cuando el imputado salió de la vivienda "de modo súbito e inesperado" y, armado con una escopeta semiautomática para la que tenía la correspondiente licencia, disparó contra los dos agentes cuando se encontraban "de espaldas y desprevenidos", quienes fallecieron en el acto.

Inmediatamente después, añade el escrito, el acusado cogió la radio del coche policial y de forma "absolutamente tranquila y enorgulleciéndose del hecho" comunicó que "un casero había matado a dos cipayos (expresión despectiva con la que el entorno de ETA denomina a la policía vasca) por la política que seguían".

Otegi abandonó el País Vasco tras ser exculpado en el juicio popular y fue detenido el 22 de febrero de 2003 en Irouleguy (Francia), junto a la presunta etarra Aloña Muñoa.

Después de haber cumplido la condena de siete años de prisión que le impuso un tribunal, ha sido entregado de forma permanente a España, donde permanecerá en prisión a la espera de la celebración del nuevo juicio.